elecciones y corrupcion

…Así las cosas, la política ha dejado de ser construcción de un estado social con mayores garantías para ser construcción urbanística especulativa y descontrolada, es decir, destrucción de la calidad de vida de los ciudadanos, que hoy se enfrentan a hipotecas desorbitadas imposibles de asumir. Destrucción, por tanto, del Estado del bienestar que, sin ser exigente ni caprichoso, debe respetar, cuanto menos, los derechos garantizados por la Constitución. Y en este sentido, los políticos no sólo han violado su deber moral de trabajar para la ciudadanía, si no que la están privando de algunos de los derechos impuestos por la Carta Magna. En concreto, los casos de corrupción urbanística violan, además de muchas leyes, el artículo 47 de la Constitución que dice así: “Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación”. Y si no es la vivienda, es el uso del terrorismo como arma política. Y si no hay suficiente con los problemas del presente, vuelta al pasado y a la Guerra Civil y la división de España. El caso es discrepar en lugar de crear. Esta situación, la de convertir la crispación en protagonista de la campaña, se repite en el ámbito autonómico y en el municipal. En este último, algo alejado de la cobertura de los grandes medios de comunicación de masas, las denuncias por tráfico de influencias, tratos de favor y compra de votos están aún más enquistadas y son más habituales. En municipios pequeños -donde si el alcalde no es primo hermano del constructor, es dueño ya de la mitad del terreno del pueblo- se presupone que las irregularidades campan a sus anchas por los ayuntamientos. A pesar de este desesperante panorama, que no es más que el reflejo de la crispación generalizada que se vive en el país y que resulta ya insoportable, los ciudadanos deben acudir a las urnas para mostrar su denuncia ante la constante y vergonzosa violación de las leyes que se lleva a cabo desde las instituciones públicas. Ya sea mediante un voto de castigo contra el especulador o de confianza para su oponente, o con una papeleta en blanco que refleje indignación contra todos los partidos, la sociedad debe demostrar que no es indiferente a esta recalcitrante malversación de los fondos sociales y de las preocupaciones populares.Que los nuevos gobernantes inicien sus legislaturas libres de todas estas polémicas, depende de lo que suceda en las urnas este domingo. Que el poder no les corrompa en el futuro… eso ya es otra historia, aunque esperemos que no sea una de camorreros y mafiosos a la italiana.
María Gómez Rodríguez
tiscali

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opiniones contundentes contra la corrupcion (se puede aplicar a Galicia, quedandonos cortos)

Noticia publicada Sábado, 07 abril a las 19:30:00 por redaccion

José Manuel Espiño Meilán (*)
Los ciudadanos asisten atónitos a la realidad política del país. Corrupción urbanística por las cuatro esquinas de la Iberia del fandango. Y especulación feroz.Corrupción urbanística por las ocho islas Canarias (para este negocio la Graciosa también cuenta). Y especulación feroz. Mayores beneficios de los bancos y de las energéticas, aquí, allá y acullá.Forrándose las telecos (sólo queda que nos implanten el móvil tras la oreja, pero tiempo al tiempo). Guerra de patentes, miseria de los pueblos que tienen la riqueza en biodiversidad pero se forran y roban los productos biológicos las grandes multinacionales del medicamento y de la salud.Esto es la globalización.Hay efectos no deseables, acaso sí lo sean, adyectos, denigrantes, deplorables, vergonzosos, y mil adjetivos más a cada cual más siniestro pero la palabra perfecta, aséptica ya se inventó: son efectos colaterales.Así se llama ahora a todo aquello que supone una peor calidad de vida de los ciudadanos de a pie, de los miserables y de los parias de esta aldea global.Por eso son efectos colaterales:- Mayor pobreza- Más paro- Más trabajo esclavo- Riadas de desplazados que se van de su lugar de origen porque se mueren de hambre- Más guerras- Más voto inútil para el pueblo- Más miseria- Más hambre- Más…más…Pero bueno ¿qué está pasando? ¿Tan bien estamos todos que nadie da la voz de alarma?

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