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Archive for abril 2013

El genio catalán consigue más de 8.000 visitantes al Reina Sofía en su primer día de exposición al público

vía Colas de dos horas para ver una exposición que al propio Dalí ‘le importaba un pito’.

 

Colas de dos horas para ver una exposición que al propio Dalí ‘le importaba un pito’: El genio catalán consigue más de 8.000 visitantes al Reina Sofía en su primer día de exposición al público

Por una vez escucho algo inteligente respecto a Dali, no solo a él le importaba un pito, a mi también, y en general todo lo que a él se refiere. Conozco su obra, la mayor parte de ella, y me resulta absolutamente infantiloide. Reconozco que así y todo hay piezas de un valor estético indiscutible, lo cual no se muy bien que es lo que quiero decir con estético.
Hace unos días en Paris, sabiendo que se exponía «toda su obra» en el Pompidou (El Centro Pompidou rinde homenaje a una de las artes más complejas y prolíficos de las figuras del siglo 20 magistral, Salvador Dalí , más de treinta años después de que la institución había retrospectiva dedicada a él en 1979-80. A menudo criticado por su histrionismo, su amor por el dinero y la toma de posiciones políticas provocativas, Dalí es a la vez uno de los artistas más controvertidos y más popular.), y las colas eran ingentes, era un espectáculo de un papanatismo total y absoluto. Una imagen de estos tiempos de espectacular necedad, de agobiante entretenimiento, de una miserable abundancia.

'La persistencia de la memoria', conocido también como 'Los relojes blandos', pintado por Dalí en 1931 es una de las obras expuestas en el Reina Sofía.

 

Colas de dos horas para ver una exposición que al propio Dalí «le importaba un pito»

El museo Reina Sofía de Madrid acoge una extensa muestra del genio catalán entre la que se encuentran los cuadros ‘Muchacha en la ventana’ o  ‘Los relojes blandos’. Oscar Tusquets, amigo del pintor, asegura que a él le gustaban más las reproducciones que no han interesado a los comisarios de la muestra

PÚBLICO/AGENCIAS Madrid 27/04/2013 20:42

 

El genio creador de Dalí se extendió hasta el diseño de muebles. Su amigo el arquitecto Oscar Tusquets ha materializado sus bocetos y su imaginario de diseño, una faceta que no ha reflejado la exposición del parisino Centro Pompidou, y que ya exhibeen el Museo Reina Sofía de Madrid. Una exposición que, en su primer día de apertura al público ya ha conseguido más de 8.000 visitas [ver vídeo de Atlas].

«Dalí en una ocasión dijo: ‘Soy mejor escritor que pintor'», recuerda Tusquets en declaraciones a Efestilo, en clara alusión a que su obra se exhibe siempre en la misma dirección. «Esta exposición se centra en la pieza original que a Dalí -comenta- le importaba un pito«, pues asegura que «apostaba por las reproducciones, pues le gustaban muchísimo por el diseño industrial, algo que les ha interesado menos» a los comisarios de la muestra.

La amistad de Dalí con el interiorista francés Jean-Michel Frank tuvo mucho que ver en su faceta de diseñador de mobiliario y es en esa época, dice Tusquets, cuando comienza a dibujar los «labios de Mae West». Este fue el primer mueble en cuya construcción intervino él directamente y para el que solicitó una elaboración con «métodos modernos, ultrarrealistas».

En los años noventa, un equipo de expertos capitaneado por Tusquets se propuso hacer realidad los muebles que Dalí había dibujado para Frank: el sofá «Vis a Vis de Gala» o la silla y la mesa baja Leda, sacados del cuadro «Femme à la tête rose» (1935), que Bd Barcelona Design comercializa en exclusiva mundial, son algunos de ellos.

El fotógrafo Robert Descharnes era la persona de confianza de Dalí, quien disponía fotográficamente de «todo un cuaderno» con dibujos de los muebles que pensaba realizar con Frank. El arquitecto explica que basándose en ellos y en algún cuadro que reproduce con «realismo» algunos muebles, el creador aceptó con gusto la propuesta de materializarlos.

El proyecto se llevó a cabo cuando Dalí había fallecido, pero está seguro de que todo lo que han hecho le «encantaría», ya que antes ha pensado «qué haría él, no yo», indica Tusquets, lo que le ha llevado a ser «respetuoso» con su obra, sabiendo que contaba con su «confianza».

Tusquets, patrono vitalicio de la Fundación Dalí, señala que en sus diez años de amistad pudo conocer a fondo al artista, y eso le permite afirmar que estaría «satisfecho» con el resultado e incluso «hubiera introducido alguna idea más loca» en los diseños.

«Cogimos los dibujos más realizables y atractivos en aquel momento«, comenta. Se trata de obras de arte que se pueden colocar en un hogar y a las que califica de «esculturas útiles porque las lámparas iluminan y sobre la mesa puedes dejar objetos».

En este sentido, resalta el trabajo del diseñador Phillip Starck, quien en el hotel Le Meurice de París, el favorito del maestro y cuyo restaurante se ha rebautizado como «Le Dalí», ha colocado algunas de estas piezas con «talento» mezcladas con mueble actual.

Dalí llegó a poner «pleitos internacionales» por la copia de algunos de sus diseños, en especial, el de los «labios», apunta Tusquets. Sin embargo, «¡los otros muebles son tan difíciles de realizar! Son esculturas que hay que fundir en bronce y patinar», un trabajo tan intenso que «se quitan las ganas» de copiarlas. Según explica el arquitecto, está pensando en «recuperar» alguna otra idea sobre diseño de interiores que pueda «materializarse», reflejada en «collages, dibujos o cuadros» de Dalí.

Griferías, manubrios, tiradores, estampados además de muebles de jardín forman parte de los diseños de Dalí, que incluso registró la patente para el diseño de un banco como asiento exterior.

Una actitud que se contrapone a una de las frases que el genio catalán dejó escrita: «La mejor característica de una silla es que sea incómoda«, en un alarde de esnobismo propio a su carácter.

El autor de «Dalí y otros amigos» rememora el día que se conocieron y le recuerda como la persona «más interesante y más divertida que he conocido en mi vida»

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Éxito de canción tras la muerte de Margaret Thatcher pone en apuros a la BBC – BioBioChile.

Éxito de canción tras la muerte de Margaret Thatcher pone en apuros a la BBC – BioBioChile

FRANCO EN MUJER, Y BRITISH, claro

NOS QUIEREN HACER COMULGAR CON RUEDAS DE MOLINO: SUS PROHOMBRES, SUS HEROES, EVIDENTEMENTE NO SON LOS NUESTROS. UN ELEMENTO DE LA CATADURA DE THATCHER, QUE CAUSO  DAÑO Y DOLOR INFINITOS, Y QUE JUNTO AL TONTO DE REAGAN FUERON LAS CARAS DE ASNO DE LA INVOLUCIÓN NEOLIBERAL-FASCISTA QUE ESTAMOS SUFRIENDO AHORA, UNA SUJETA COMOESTA SENTIRA PENA ANTE SU MUERTE LOS MISMOS QUE HOY CAPITANEAN EL SAQUEO SIN FIN QUE SOPORTAMOS.

«LA BRUJA», SUS ACOLITOS ECHAN MANO DEL DINERO PUBLICO PARA SU ENTIERRO, ELLOS QUE MALDICEN LO PUBLICO, Y HACEN DE ELLO SU CRIMINAL MODUS VIVENDI

La mayoría de los británicos se opone a que los altos costos por el funeral de la ex primera ministra Margaret Thatcher, que superarían los 15 millones de dólares, deban ser pagados por los contribuyentes, según un sondeo dado a conocer este domingo.

De acuerdo a la encuesta de la consultora ComRes realizada a 2.012 británicos, publicada por los dominicales ingleses Independent on Sunday y Sunday Mirror, el 60 por ciento está en desacuerdo que el erario deba financiar las exequias de la llamada Dama de Hierro, quien el miércoles recibirá “todos los honores militares” en un funeral similar al de la Reina Madre y la princesa Diana de Gales.

A pesar de que la familia de Thatcher hará una contribución para costear las exequias, principalmente al pagar por las flores y el transporte del féretro, el resto de los gastos será financiado por el contribuyente británico. Aunque la mayoría de los entrevistados dijo oponerse al pago del funeral, un 25 por ciento sostuvo que vale la pena pagar por la ceremonia.

ComRes realizó el sondeo a través de Internet los días 10 y 11 de abril.

Ansa

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EL OJO DEL SUR / cuyo y poesía: Charles Bukowski / Un poema desagradable.

 

Pájaro azul

hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
pero soy duro con él,
le digo quédate ahí dentro, no voy
a permitir que nadie
te vea.

hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
pero yo le echo whisky encima y me trago
el humo de los cigarrillos,
y las putas y los camareros
y los dependientes de ultramarinos
nunca se dan cuenta
de que esté ahí dentro.

hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
pero soy duro con él,
le digo quédate ahí abajo, ¿es que quieres
hacerme un lío?
¿es que quieres 
mis obras?
¿es que quieres que se hundan las ventas de mis libros
en Europa?

hay un pájaro azul en mi corazón
que quiere salir
pero soy demasiado listo, sólo le dejo salir
a veces por la noche
cuando todo el mundo duerme.
le digo ya sé que estás ahí,
no te pongas
triste.

luego lo vuelvo a introducir,
y él canta un poquito
ahí dentro, no le he dejado
morir del todo
y dormimos juntos
así
con nuestro
pacto secreto
y es tan tierno como
para hacer llorar
a un hombre, pero yo no
lloro,
¿lloras tú?

(Versión de Rafael Díaz Borbón)

 

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Europa tiembla: Francia pasa de ‘amour’ a auténtico ‘horreur’.

 

bandera-francia-3

Cuando hace un año Nicolas Sarkozy nos metió en el mismo saco que a los griegos, y advirtió de que su país pagaría con las penas del infierno económico y financiero el abandonarse en manos de los socialistas, no sólo fuimos de los primeros en poner de manifiesto la precaria situación de esa Francia que aún era incluida, falazmente, en el grupo de las locomotoras europeas, sino también en denunciar como, al igual que había ocurrido en España con la segunda legislatura del desaparecido José Luis Rodríguez Zapatero, los cinco años de mandato del pequeño Napoleón habían sido la última oportunidad para reconducir una situación que, en palabras del profesor Sala-i-Martín, ya entonces era peor que la española y tenía casi imposible arreglo (V.A., ”Sarkozy echa a España la basura que anega Francia“, 10-04-2012).

Pues bien, eso que en aquel momento sonaba a boutade chovinista revestida de traje de luces -derecho al pataleo del justa o injustamente agraviado- ha ido aflorando en los primeros meses de gobierno de un François Hollande, cuya popularidad se encuentra al nivel del peor momento de su predecesor conservador: el 31% de aceptación. De poco le ha servido su populismo ante posibles cierres empresariales, caso de Peugeot, o el empecinamiento en implantar tributos confiscatorios (75%) a esas rentas altas que no dudan en salir por la frontera, y el último que apague la luz… si le llega. La realidad se ha terminado imponiendo y empieza a resultar evidente para la ciudadanía francesa que se encuentra en medio de una pesadilla pública y privada que puede acabar, más antes que después, con sus sueños y, de paso, con los del conjunto de los europeos.

Y es que, si Grecia fue el canario en la mina que alertó del desgobierno comunitario, ese que continúa exactamente tres años más tarde, como ha puesto de manifiesto el vergonzoso sainete chipriota, si España e Italia pueden causar severos desprendimientos en la explotación europea que requieran de trabajos de apuntalamiento del proyecto a fin de evitar que se desmorone, Francia es el grisú que, en caso de explotar, propiciaría su definitiva desaparición con inciertas consecuencias a nivel mundial. De ahí que, por más que el foco se mantenga en el déficit español, en la incertidumbre política italiana o, incluso,como señalaba ayer Der Spiegel, en las dificultades holandesas, monitorizar lo que ocurre en nuestro vecino del norte es imprescindible. Es en ese territorio que representa el 21% del PIB regional donde de verdad se juega el futuro de la Unión.

Los datos son terribles. Más aún en la medida en que la acción de los socialistas llega tarde y pasa por mantener la elefantiasis administrativa y de Estado de bienestar a costa de sangrar el bolsillo ciudadano (el 57% de la actividad económica gala pasa por el Gobierno).

En efecto, por una parte, cuando toda Europa está levantando el pie del acelerador de la austeridad, los franceses están padeciendo justo lo contrario. Vean, si no, este gráfico.

 

Además, las medidas auguran una más que previsible recesión económica en 2013 (crecimiento negativo durante, al menos, dos trimestres consecutivos). Por si hubiera alguna duda, el consumo, partida que supone más del 50% de su PIB, se encuentra en mínimos de dos años y medio y las ventas minoristas están padeciendo su mayor descalabro desde que comenzó la crisis allá por 2007 (ver cuadro adjunto, gentileza, como todos, de SoberLook). La presión que esto mete en los márgenes empresariales se está traduciendo en insolvencias y despidos masivos hasta situar el paro en máximos de 15 años, por encima de los tres millones de desempleados, para completar de este modo el círculo vicioso.

 

 

Un panorama preocupante, por decirlo de un modo amable, al que se añade un grave problema adicional: el de su falta de competitividad. En efecto, mientras que naciones como España se aferran a las exportaciones para salvar los muebles, la rigidez laboral de Francia -en términos de negociación colectiva y despidos- impide la necesaria devaluación de precios y salarios de la que ‘disfrutan’ sus competidores más cercanos. Algo tanto más perentorio cuanto el gap de costes laborales unitarios con Alemania se disparó un 20% entre 2000 y 2012 y los pagos a la Seguridad Social suponen un 17% del sueldo en territorio Merkel vs. un 38% en el de Hollande (The Economist, ”France´s economy: the performance gap“, 22-09-2012). Desde ese punto de vista, no debiera sorprender que los pedidos domésticos e internacionales a las fábricas locales estén en su nivel más bajo de los últimos cuatro años.

Francia requiere una revolución de arriba abajo que se antoja imposible con un socialista al frente. Va contra su ADN el limitar el peso de lo público e incentivar lo privado, limitando derechos supuestamente adquiridos y recortando garantías insostenibles a los ciudadanos. Y, sin embargo, al primer mandatario francés no le va a quedar otra. Desgraciadamente para sus posibilidades electorales. Y, cuando ocurra, mucho cuidado con la cohesión social en un miembro de la Eurozona que ha demostrado que, en los suburbios de muchas de sus ciudades, lo multirracial aún queda lejos de ser uninacional. Al menos el dirigente ya sabe de primera mano, por experiencia de otros estados como España, que procrastinar -o, como diría mi querido Daniel Lacalle, el extend and pretend– es efímero pan para hoy y dolorosa hambre para mañana. Más le vale aplicarse el cuento cuanto antes, si quiere evitar que la caída sea más dura todavía. Por el bien de todos.

Pero claro, mientras su bono siga encadenando mínimos de rentabilidad (10 años al 1’94% en la subasta de hoy), ¿qué presión tiene? Otra burbuja absurda en el loco e irracional mundo de las finanzas…

elconfidencial.com

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“Un Estado que ignora dónde están 30.000 ciudadanos no es un Estado” | Internacional | EL PAÍS.

 

“Un Estado que ignora dónde están 30.000 ciudadanos no es un Estado” | Internacional | EL PAÍS

“Un Estado que ignora dónde están 30.000 ciudadanos no es un Estado”

Al cumplirse dos años de la muerte de su hijo, Javier Sicilia dice que el proceso de reconciliación del país va a ser muy doloroso

 

Es Viernes Santo. Cuernavaca (Estado de Morelos) bulle a mediodía de calor y turistas. En un lugar alejado del ruidoso Zócalo está la casa de Javier Sicilia (Ciudad de México, 1956). Un departamento pequeño, austero y algo desordenado que comparte con su segunda mujer. Las paredes blancas y casi desnudas dirigen las miradas hacia un pequeño estante con unas velas y varias fotografías de un chico, Juanelo. Es el hijo del poeta, asesinado por el narco hace ahora dos años.

Sentado en una mesa de comedor de madera, fumando un cigarrillo tras otro, marca Delicados, Sicilia recuerda el antes y el después de aquel día que lo cambió para siempre. Habla de su madre, que le enseñó a Gandhi, de su paso sin éxito por el seminario y de cómo sin quererlo se convirtió en la voz de las víctimas en México. En un actor imprescindible de los dos últimos años.

La voz de las víctimas viste sombrero de Indiana Jones y chaleco de bolsillo. Reconoce que fue “lo primero que encontró en el clóset” cuando inició la primera marcha de Cuernavaca al Distrito Federal, a los nueve días de morir Juanelo, su hijo. Luego su ropa se convirtió en un símbolo. Como le pasó con casi todo. Igual que el personaje del cine, que se hizo famoso por recorrer el mundo tras el santo grial o la calavera de cristal, el poeta lucha incansable desde aquel día “horrendo” por el reconocimiento y la dignidad de las miles de víctimas que a duras penas sabe contar este país. Las víctimas y las familias de los más de 60.000 muertos que ha dejado el conflicto que inició hace siete años Felipe Calderón contra el crimen organizado.

La conversación en la casa del poeta se interrumpe hasta tres veces por la llamada del Procurador del Estado de Morelos, al que un día antes se quejó porque el vehículo en el que viaja con sus dos guardaespaldas los dejó tirados en la carretera. “A mí no me van a matar los narcos, me va a matar la Procuraduría (fiscalía). Si así cuidan al ciudadano que supuestamente quieren proteger, pues qué le espera a la pinche ciudadanía”, se ríe al colgar. A Sicilia el Gobierno le impuso seguridad hace dos años, cuando se colocó a la cabeza del Movimiento por la Paz, con Justicia y Dignidad, que convocó las marchas más numerosas que se recuerdan en la capital de México y recorrió el país y Estados Unidosexigiendo justicia. “Cuando acepté a los custodios les dije que me enseñaran sus armas. Pregunté qué pasaría si nos emboscaban y me dijeron que con estas armas nos iban a hacer pedazos”. Sus carcajadas aflojan pero no borran una mirada siempre triste. “Puedo entender la alegría, pero ya no estoy aquí. Traigo algo de la muerte conmigo”.

Pregunta. El pasado septiembre anunció un paso atrás para dejar de ser la cara visible del Movimiento. ¿Por qué?

Respuesta. Había llegado el momento de darle más horizontalidad. Creo que estaba demasiado focalizado en mi persona. Además yo no soy gente que consensúa mucho, a mí se me ocurre algo y lo hago, y eso también lastimaba algo al Movimiento. Además estaba muy cansado, necesitaba estar con mi hija y con mi nieto, con mi soledad, recuperarme de mis certezas rotas, tratar de reinsertarme al mundo y recuperar mi vida.

P. ¿Mereció la pena el cansancio?

R. Sí. Este tipo de muertes tienen que tener algún significado. Ese cansancio, que no compensa la muerte de un hijo, puede dar sentido y significado a lo que podía haber sido únicamente dolor, muerte y desprecio, como habían sido todas las muertes en este país hasta que ocurrió la de mi hijo.


R.
 (Risas) Yo no quise hacer un movimiento, no soy un organizador, no soy un líder político, soy un hombre que oye su corazón y así he respondido. Hubo mucha oposición a los diálogos (con los políticos y el Gobierno). La parte dura de la izquierda era muy renuente. Me decían que si era un anarquista como es que quería dialogar. Pero yo siempre visualicé el movimiento como un cuerpo de víctimas con dos piernas: movilización y diálogo. ¿Si no quién se va a hacer responsable de las víctimas? No es nuestra función ni tenemos capacidad, no podemos sustituir al Estado. Yo dije: «Les guste o no, vamos al diálogo».P. ¿Hubo algún problema en el seno de la organización?

P. Lleva dos años de exposición mediática ¿Ha podido vivir su duelo?

R. Encontrarse con los otros y compartir el dolor es parte del duelo. Simplemente fue un duelo muy grande, a lo largo de todo el país, fue el duelo de muchas otras víctimas. Luego vino el retiro en Francia (a finales de 2012) y eso ya me permitió estar conmigo mismo, con mi hija y con mi nieto. Este tipo de duelos, la muerte de un hijo, no termina nunca. Siempre estará ahí como un dolor inmenso, como una realidad innatural. La muerte de un hijo, y más en las condiciones en las que yo perdí a mi hijo, mueve todas las certezas y todos los paradigmas que uno construyó a lo largo de su vida.

P. Meses antes de las elecciones dijo que el presidente Enrique Peña Nieto era el peor candidato. ¿Lo sigue pensando o se retracta?

R. Pues no lo sé pero es el que tenemos. Yo no fui a las urnas, llamé a votar en blanco pero la gente eligió a este candidato. Es el que está y con él hay que intentar trabajar y sacar adelante a este país. Ha tenido una buena actitud, ha promulgado la Ley de Víctimas, ha asumido la deuda de Estado que no quiso asumir el presidente Felipe Calderón con las víctimas. Es un avance. Cuando dije que era el peor candidato era porque el retorno del PRI no es lo mejor que nos pudo haber pasado. Pero démosle una oportunidad.

Javier Sicilia, en el despacho de su casa en Cuernavaca. / SAUL RUIZ

P. ¿Le ha parecido sincero en sus reuniones?

R. Creo que es tremendamente pragmático, y eso da miedo. Es un hombre inseguro pero tiene una virtud: sabe escuchar y se ha rodeado de gente inteligente y que puede paliar su inseguridad. Por ahora ha dado buenas muestras, pero la tragedia del país es muy grande. Hay que aguardar presionando, para que lo que prometió se haga y para que la estrategia de guerra cambie en un sentido radical hacia un camino de paz.

P. ¿Le guarda rencor al expresidente Calderón?

R. No, me da un poco de compasión. Un hombre puede negarse a asumir su responsabilidad, pero hay una parte, en la conciencia, sobre todo para un hombre formado en la catolicidad como él, que no estará en paz. Yo le dije en una reunión que la responsabilidad de los 40.000 muertos y de la muerte de mi hijo era suya. Espero que sea capaz de asumirlo con humildad y de reconocer y sanar su corazón. Es algo que tendrá que enfrentar y que no le deseo a nadie.

P. ¿Cómo se imaginaba hace cinco años?

R. Estaba escribiendo poesía, tenía pensado escribir una novela sobre Dietrich Von Hofer, un drama profundo. Y estaba tratando de hacer sembrar en macetas en este apartamento chiquito, quería hacer una vida más familiar. Vivía aquí con mi segunda esposa y mi hijo vivía con mi mamá. Mi exmujer vivía con mi hija y mi nieto. Todos en Cuernavaca. Estábamos tratando de acompañar esa vida un poco fracturada. Entonces todo sucede. Dejé esas novelas y sucedieron estos dos años de activismo, de visibilizar a las víctimas, de trabajar por recoser la desgarradura del país.

P. ¿Cómo es el momento en el que se entera de la muerte de Juanelo?

R. Estaba en Filipinas trabajando en un proyecto para rehacer las relaciones culturales entre México y Filipinas. Estábamos a punto de regresar. Y ese día, en la madrugada, llegó la llamada esta horrenda de que habían asesinado a Juanelo. El momento más terrible de mi vida, el que cambió todo.


R.
 En Filipinas lo único que quería era volver a México y que no enterraran a mi hijo antes de que yo llegara. Al llegar esto estaba muy efervescente ya. Había mucho acoso de la prensa, les pedí a los periodistas que se fueran y les prometí que daría una conferencia de prensa al día siguiente. Yo soy un hombre que se enfrenta a las adversidades con la mayor radicalidad que puedo y estaba muy enojado. Fui a dar la rueda de prensa con toda la indignación que traía en mi corazón y con todo el amor a mi hijo. Reaccioné así. No soy un hombre que acepta un agravio, y mucho menos un agravio de este tamaño.P. ¿Supo desde el principio que reaccionaría como reaccionó?

P. ¿Planificó el Movimiento por la Paz o fue espontáneo?

R. Yo siempre fui muy renuente a la idea de un movimiento, fue la gente la que se fue articulando. Cuando salió la marcha de Cuernavaca hacia Ciudad México no sabíamos qué nos íbamos a encontrar. Yo pensaba, si llego solo, llegaré solo y ya veré qué hago. Nunca pensamos que iba a suceder lo que sucedió desde que pronuncié aquel «estamos hasta la madre». La muerte de Juanelo generó un milagro cívico.

P. ¿Cómo era su relación con él?

R. Era muy estrecha. No era un intelectual, era un deportista, jugaba muy bien al fútbol. La mitad de su carrera la pagó con una beca deportiva. Eso nos unía muchísimo, el fútbol ha sido una de mis grandes pasiones. Era un muchacho muy noble, muy sensible. Tenía mucho sentido del humor y su propia reflexión, aunque tenía problemas de dislexia y déficit de atención. De repente me sorprendía con sus reflexiones. Él me decía: «Mira papá, yo no leo pero sé oír».

P. A él le dedicó su último poema. ¿Nunca, ni en soledad, ha vuelto a escribir un verso?

R. Escribí un poemita en un café en la Caravana a Washington. No me acuerdo dónde fue, me vino algo sobre mi hijo, lo escribí y lo dejé. Realmente me di cuenta de que no me alcanzan las palabras. Es un tema profundo para un poeta, y más para un poeta católico. Para mí la palabra es vida y no puedo escribir frente a esa ausencia de palabra viva que me arrancaron. Un poeta tampoco es una profesión, es una gracia o una desgracia. Es terrible la literatura cuando uno se la toma en serio. Uno mira y siente como poeta y aunque no hago el oficio más alto de la poesía, que es el verso, sigo haciendo poesía. Mis discursos están llenos de esa mirada.


R.
 Hay un verso de Miguel Hernández: «Si me matan bien, si no me matan mejor». Uno no deja de tener esa incógnita ¿cómo es la muerte? Yo tenía algunas certezas, pero ya no sé. El borramiento de un hijo, no tener contacto con él, lo deja a uno en una especie de oscuridad frente a lo sagrado.P. ¿Le tiene miedo a la muerte?

P. ¿Solo una víctima puede entender a otra víctima?

R. Estoy convencido de que sí. Una víctima es alguien que volvió de la muerte a un mundo al que ya no pertenece totalmente. Y aún estando en este mundo uno puedo entender la alegría, pero ya no estoy completamente aquí… algo de la muerte traigo conmigo. Es difícil compartir con los otros, pero tampoco sé si los otros están dispuestos a oír la dimensión de lo que uno trae.

P. ¿Se ha sentido atacado por un excesivo protagonismo?

R. Mucho. Cuando uno se visibiliza siempre hay interpretaciones y sospechas. En este país corrupto nadie puede entender que alguien haga algo por gratuidad, por amor.

P. Compara en Movimiento por la Paz con el zapatismo ¿en qué se parecen?

R. Son los dos grandes movimientos morales que ha dado el país en los últimos años. Son movimientos atravesados por la poesía y con un gran componente ético. Ambos han puesto en el centro al ser humano y la responsabilidad moral del poder político con el ser humano.

P. ¿Qué puede hacer el Estado por una madre que ha perdido cinco hijos?

R. No puede hacer gran cosa, pero puede buscarlos. Puede encontrarlos muertos o vivos y devolverle a la madre la posibilidad de verlos con vida o de vivir su duelo. Mientras no aparezcan, ni vivos ni muertos, es un crimen del Estado tener a una madre así. A un padre le vale madre que haya 20 detenidos, quiere saber dónde está su hijo. «Danos uno, muerto o vivo, pero abre una esperanza a esta gente». Un Estado que no puede saber dónde están 30.000 de sus ciudadanos es un Estado que no merece llamarse Estado.

P. ¿Qué espera del futuro?

R. Espero que volvamos a estar ya en paz. Es un proceso muy largo, porque primero hay que encontrar a los 30.000 desaparecidos. Después hay que encontrar esa ruta de paz y veo un problema muy fuerte en el proceso de reconciliación. Queramos o no esos muchachos que están siendo corrompidos por el crimen organizado no eran criminales, hay una responsabilidad del Estado que los abandonó, los hizo carne del crimen. Vamos a tener que perdonarlos y el proceso va a ser mucho más doloroso. Hay una corrupción producto de la miseria económica.

P. ¿Alguna mañana se levanta diciendo para qué me metería yo en esto?

R. Todas las mañanas me digo para qué amaneció, por qué… Pero bueno, alguien tenía que hacerlo por respeto a esas vidas que no debieron de haber muerto.

P. ¿Nunca lo podría haber hecho sin ser una víctima?

R. Creo que no. Por eso digo que detrás de este inmenso dolor, que no debió haber sido, hay un milagro cívico. Creo que este país no me debe a mí, tiene una deuda muy grande con ese muchacho que murió y que le dio nombre a todos. De otro modo creo que no hubiera podido hacerlo, por desgracia. No lo digo con gusto, lo digo con un profundo desprecio.

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