Kerouac andaba por allí y no nos vimos
Hace tiempo, por ejemplo, un siglo del futuro,
me llamó el amigo querido. y me hizo una proposición
que no pude rechazar:
Vamonos
a tomar una cerveza
con Bohumil Hrabal
El dejo a Kafka en la oficina
y yo iba añorar para siempre
las vías del tren y a sus nocturnos y excitados equilibristas
Que sustituiremos dos días después
(Aquellos días ya los hacíamos a mano)
por otros lenguas y destinos.
Jamás subimos a una Torre de Marfil
ni odiamos el Comunismo
y aún la Democracia es cierto
sonaba en la voz de Platón
Trocamos los estadillos
y los sórdidos Calabozos del Ayuntamiento
Por un Circo, nuestra Nave Azul e Invertida
que nos llevó hasta Persia
como un cuento encantado
donde las noches llevaban las albas bajo el brazo
Y el tiriak nos cosió el resto
Recuerdo con luz intacta
como por dos veces vendimos la maleta
y con un atillo de hojas arrancadas de pura tinta
hicimos del regreso un viaje interminable
Todo temblaba llenándonos de osado temor
incluso las ciudades, sus orillas,
estaban habitadas, y entendíamos todas las lenguas
pues era el trueque de las miradas y las manos
lo que se compartía.
Mi amigo muchos años después se casó en Praga
Yo jamás llegue.
(k)