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Origen: Dia Internacional de Solidariedade com o Povo Palestino | Olhaparo

Dia Internacional de Solidariedade com o Povo Palestino

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A libertação do povo palestiniano representará não só um duro golpe para o imperialismo em todo o mundo, mas também um salto progressivo para toda a humanidade. Nao é abondo amentar as vidas ceifadas no renovado ciclo de violência, brutalidade e destruição desencadeado pola ocupação em curso da Palestina. É preciso considerar que o projecto sionista é de natureza colonial, construído em terras roubadas e sustentado pola exclusão, exploração e extermínio sistemáticos do povo palestino e reconhecer a utilização do sionismo como arma do imperialismo ocidental e do Estado israelita como instrumento para suprimir a soberania dos demais povos e promover a reacção violenta  além dela. Após o regime sionista demonstrar a sua natureza genocida tanto na intenção como no efeito é preciso compreendermos que a violência fascista contra o povo palestiniano hoje prenuncia a violência do imperialismo ocidental contra todos os trabalhadores e povos oprimidos do mundo amanhã, porque esta é a tendência histórica do capitalismo em decadência. Rejeitar, portanto, a falsa equivalência entre colonizador e colonizado, reconhecendo que a violência dos oprimidos é uma resposta à condição original da sua opressão e defender o direito inalienável do povo palestino de resistir e reconhecer, em fim, que o povo palestiniano enfrenta uma luta nacional, uma luta de classes e uma luta feminista é afirmar que a luta polo autodeterminação dos povos vai de braçao dado das demais lutas, também as dos movimentos anti-sistémicos, cujas aspirações democráticas são limitadas tanto pola agressão militar israelita como polas pressões dos EUA para normalizar as relações com o Estado israelita.  Rejeitando a transformação do “feminismo colonial” em arma para obscurecer as contradições primárias do colonialismo e do imperialismo e desviar a atenção da violência patriarcal e sexual que lhes é inerente. Portanto, não apenas um duro golpe para o imperialismo em toda a parte, mas também um salto para toda a humanidade.

https://x.com/galizapalestina/status/1729775546899247331?s=20

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Cielos encogidos por el llanto de las piedras
se niegan a acunar los vuelos de las aves
Un sol de injusticia emborronado
lapida la luz
en la mismísima cuenca de los ojos de dios
Malditas sean las carantoñas de los asesinos
que enmascaran sus fauces
y garras
bajo las uñas astilladas de la paz
Un enorme cadaver del tamaño de un grito
ondea en las azoteas
de las CONFERENCIAS POR LA PAZ.
MIRAD A LOS ANIMALES,
vez como las fieras huyen espantadas
ante la maquinaria infernal
de TAN PULCRA MASACRE
Entre la carne retorcida el carnicero enciende
siete velas a sus holgados muertos.
La industria es imparable, la crisis se invierte,
la RABIA y la IMPOTENCIA
están garantizadas:
El suicidio de los hombres, vuestra miseria
es la espectacular cosecha de este siglo.
Vuestra negra cosecha:
¿Hasta cuando el estomago
de vuestro dios NECROFAGO,
soportara estos lamentos de PERRO
que es vuestro corazón?
Todo el Oro y los Diamantes del Mundo
son solo un GRAFITTI de sangre
en el MURO DE LAS LAMENTACIONES
que levantáis espantados,
Sois apocalípticos
y estáis definitivamente
enfermos.

غزة الآن – Gaza Now
Gaza, Palestina
YO APOYO A PALESTINA
Comunidad Palestina
Palestina Libre
Poesia Incompleta

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Diez cartas desde Gaza | Periódico Diagonal.

 

Diez cartas desde Gaza | Periódico Diagonal

“QUIERO CRIAR A MIS HIJOS EN PALESTINA, DEBEN SABER QUE ÉSTA ES UNA CAUSA JUSTA»
Diez cartas desde Gaza

Reproducimos diez cartas en las que Salma Ahmed Elamassie, una profesora gazatí, narra sus sentimientos, vivencias, miedos y esperanzas durante la ofensiva militar israelí Margen Protector, que se saldó con más de 2.100 muertos.

14/09/14

EMAN MOHAMED

A pesar del alto el fuego indefinido, Salma Ahmed Elamassie y su familia viven con tristeza y agotamiento la reconstrucción de Gaza. “Existe en todos los habitantes la esperanza de ver una nueva Gaza sin una próxima destrucción. Creo que será muy difiícil porque la destrucción ha sido enorme e Israel no respeta los acuerdos”, comenta Salma, que vive en la Franja junto a su marido y sus dos hijos de cuatro y dos años. “Hasta el momento, los materiales de construcción no han llegado”.

Ella es profesora de francés en el Instituto Francés de Gaza, en la Universidad Al-Azhar, desde 2008. No es la primera vez que Salma escribe sus vivencias durante las distintas ofensivas israelíes sobre Gaza. La primera vez que empezó a poner por escrito sus pensamientos y a explicar lo que estaba viendo fue durante la ofensiva de 2008/2009. En esa ocasión sus escritos fueron incluidos en un libro titulado Gaza, un gato en el mar. En 2012 volvió a escribir y enviar sus cartas, cuando podía, a todo aquel que quisiera saber cómo se vivían los ataques desde dentro. “Quiero criar a mis hijos en Palestina, deben saber que ésta es una causa justa y que tenemos que defenderla”,comenta la escritora, que a pesar de haber vivido varios conflictos armados insiste en reconstruir su pueblo y seguir resistiendo contra futuros ataques israelíes. Durante la Operación Margen Protector, que se ha saldado con más de 2.100 muertos, 10.000 heridos y más de 300.000 desplazados, Salma ha podido enviar, intermitentemente debido a los largos cortes en la electricidad, diez cartas narrando lo que estaba sintiendo, lo que veía con sus ojos y su lucha para mantener la cordura entre la ansiedad y el miedo.

Cartas de Salma Ahmed Elamassie desde Gaza

Gaza tras los bombardeos en 2008/2009. EMAN MOHAMED

Queridos amigos,

Hace unos días que intento escribiros. Pero cada vez me siento como una persona discapacitada, impedida para coger la pluma para iniciar un texto.

Esta vez no voy a hablar de daños, no voy a dar más cifras. Me parece inhumano dar el número de muertos o heridos: un ser humano no es un número.

Tampoco voy a comparar sus daños con los nuestros. No voy a decir que los israelíes han matado mujeres y niños, sin mencionar los hombres perdidos, como si fuese legal matar a hombres: Palestina necesita a sus hombres, mujeres, sus hijos y sus árboles.

No repetiré las historias de los salarios, la falta de electricidad y combustible o todo lo que se necesita para que una vida sea honorable, porque tenemos que vivir con dignidad y hace años que vivimos con todas estas dificultades.

Tal vez os sorprenda si os digo esta vez que siento indiferencia: ya no tengo más miedo en el corazón, ni lágrimas en los ojos, ni odio, realmente, no odio a nadie.

Hoy voy a hablar de paz, del derecho a la existencia y de resistencia.

Durante la primera Intifada (1987-1993), la piedra fue el arma utilizada contra los crímenes del Ejército israelí, de ahí vino del nombre “la guerra de las piedras”.

En aquel entonces, aunque la ecuación fuese: las piedras en manos de los palestinos contra las armas de los militares israelíes, el resultado fue el mismo: “Los terroristas árabes o palestinos”.

Desde hace años las armas de los israelíes se desarrollan, pero las armas de la resistencia palestina, no.

En 2006, todo el mundo decidió castigar a aquellos que votaron por estos “terroristas” palestinos. E Israel creyó que era la hora de exterminar a Hamas, pero después de la ofensiva israelí, creo que ocurrió todo lo contrario.

Hamás ha construido túneles para proporcionar lo que le falta a la población de Gaza para subsistir. La necesidad es la madre del ingenio. Y éste es el inicio de la historia: una piedra no puede hacer retroceder a un cohete o un misil. Éstos únicamente pueden ser enfrentados con cohetes. Tampoco se pueden apretar las manos y esperar a que los israelíes nos digan: “Os devolvemos vuestros territorios porque sois pacifistas”.

Ahora me he decidido a hablaros de mi primo, asesinado por los cohetes israelíes. Os hablo de alguien que conozco muy bien. Mi primo era de la resistencia, no tengo miedo a decirlo, todo lo contrario, me siento muy orgullosa.

Él eligió el camino de la resistencia, se dio cuenta de la necesidad de sacrificar su corazón, su vida, su sangre para que Palestina sea libre.

El año pasado, el primer día de la fiesta de Eid al-Adha, me vino a visitar con su padre, disfrutó mucho jugando con mis hijos, y me prometió volver este año para comer deliciosos pasteles. La fiesta es en tres semanas y mi primo ya no vendrá a visitarme.

El mes pasado, agregó una foto en Facebook: estaba con unos amigos en un restaurante. Los comentarios en esta foto muestran que son personas que quieren reír, vivir y vivir en paz. Hay uno que dice: “Sé lo que piensas: ¿quién se comió los bocadillos?» Y otro que dice: “Uuh, amigo, hay un bocadillo de más, no?» Y le contesta: “Amigo, sueño con mi futura esposa, sueño que está conmigo en este restaurante, aunque el bocadillo será más delicioso y el lugar más bonito”.

El día de su asesinato, él jugaba al fútbol con sus amigos y vecinos y dijo: “La Copa del Mundo es aquí en Gaza”.

Os cuento estas historias para mostraros que a estos chicos les apasiona vivir, se desviven por vivir.

Estamos cansados de todos estos actos.

Nosotros amamos la vida, no llevamos el odio o la agresividad en el corazón.

Ya no sufro por mis hijos, nada es caro en Palestina.

Mi pequeño de dos años pensaba, cada vez que había un bombardeo, que nos llamaban a la puerta de casa y nos pedían que les abriésemos. Esta mañana me pareció que ya no creía en aquello que pensaba. El pobre tiene razón…¡Ninguna persona llama a la puerta de esa manera tan agresiva!

Salma A. E.
Gaza, 9 de julio 2014

Queridos amigos,

Pensaba que mi último mensaje sería el que hice el 9 de julio, que no iba a volver a motivarme a escribir. Pero muy a mi pesar y debido a la agresividad de nuestro enemigo, he vuelto a coger la pluma para escribir, aunque no sé por dónde empezar. Mi escritorio está lleno de historias de los demás para traducir, llenas del temor de mis hijos, de mis alumnos y de los míos.

Empezaré con las noticias de mis alumnos. Uno de los estudiantes del Instituto Francés de Gaza ha creado un grupo de Facebook, así que nos mantenemos en contacto incluso después de haber acabado del curso.

Desde el comienzo de los ataques israelíes, Mohammed sigue informando al resto del grupo añadiendo carteles sobre cursos para aprender francés.

Sara R. preguntó en el grupo por el resto de compañeros, y Mohammed respondió el primero, podía intuir las ideas en la cabeza de Sara: “Suerte que esto funciona, ¿sabemos algo del resto?”. Contestó Sayed: “Yo estoy bien, pero estoy preocupado, no olvidéis que soy lo suficientemente grande para que fácilmente me vean desde un avión F16”. Sayed es periodista, y nos dijo estas palabras para hacernos reír, pero seguía preocupada. Afortunadamente Maha, Amjaad y Sara A. también respondieron que estaban bien.
Mohammed me preguntó por Mahmoud y por Maram. “Mahmoud acaba de enviarme un mensaje”, respondí. “Pero y ¿Maram?”. Rápidamente cogí mi teléfono y la llamé, afortunadamente respondió, esto quiere decir que estaba todavía viva, por fin respiré al comprobar que todos estaban bien. Y les dije que Maram agradecía la preocupación. Pero: “Mohammed, ¿cómo está Loutfi?”. “No se preocupe, todavía está vivo”, me contestó.

La conversación terminó, pero no mi inquietud, necesitaba ponerme en contacto con todos los estudiantes a los que no contactaba por Facebook para tranquilizarme de que todo el mundo estaba bien.

Feda, Nihaya, Moussa y otros… tienen miedo del final: la muerte. Feda se calma cuando sus compañeros y yo le animamos y le pedimos que escriba, pero su miedo vuelve con los intensos bombardeos. Nihaya, que vive en el campo de Jabalya en el norte de la Franja de Gaza, se inquieta, tiene miedo de que el Ejército israelí les pida evacuar su casa para la operación terrestre. Éste es uno de sus mensajes de Facebook: “Salí precipitadamente de la cama cuando oí a mi hermano pequeño decir: “Fuera, van a bombardear a nuestros vecinos”. En dos minutos nos vestimos con lo que teníamos a mano. Dejamos la casa y todo lo que teníamos para salvar nuestras vidas, sin tener donde ir. Nos dirigimos cerca de una escuela de la UNRWA, esperando que Israel bombardease la casa de nuestros vecinos recientemente reformada. Lo que más me dolió fue ver a mi madre, una mujer gruesa, tratando de alejarse como podía de la casa de los vecinos. Viéndolos a todos cómo corrían por las calles y cómo otros esperaban delante de sus casas a que todos sus familiares estuviesen preparados para huir, pensé que la situación se volvía cada vez más loca y brutal aquí en la Franja de Gaza.

“Finalmente regresamos a casa cuando supimos que Israel enviaba mensajes falsos a mi pueblo, y que el riesgo sobre la amenaza contra nuestros vecinos era falsa. Como si no bastasen los continuos bombardeos para asustar a los niños y los más jóvenes. Estamos solos. Queremos el fin de esta agresión”, Nihaya J., de 23 años.

Moussa, un joven de 20 años, debía irse a Francia este verano para unas prácticas lingüísticas, pero al haber cerrado la frontera, no puede marcharse. Él también tiene miedo y espera que estos actos violentos paren lo antes posible. Esto fue lo que escribió en Facebook: “Te acuerdas de la tempestad del último invierno, el granizo estaba por todas partes en las calles, Hasa y la gente pensaban que era nieve. Entonces hicimos fotos y comenzamos a hacer pequeños hombres de nieve y otras cosas, que hasta entonces sólo habíamos visto por la tele. Todo esto llegó sin pensar ni en el verano ni en el calor. Como dice mi abuela, ¡nada es gratuito!

“Entre el silbido y la explosión, te darás cuenta de que un segundo te separa de tu deseo de no tener oído, ni siquiera piensas, no cierras tus oídos, no te acuerdas de tu amada, no piensas ni en tu padre ni en tu madre. Olvida París y Roma, nunca más toques ningún instrumento, no leas, no escribas, no llores más, no tengas más sueños… no MUERAS… sólo tienes que respirar para sentir la sístole de tu corazón y para sentir el temblor de tu cama… RESPIRA!»

Hassan tiene 27 años. Me puse en contacto con él por Facebook tan pronto como supe que los israelíes habían bombardeado a un grupo de personas cerca de su casa. Pude ver las lágrimas en sus ojos, aunque no lo veía.

Me dijo que había visto a los asesinados en pedazos por todas partes en la calle delante de su casa. Desde el principio de los últimos acontecimientos, Hassan siempre me daba fuerza y coraje, pero ahora era él quien lo necesitaba.

Me doy cuenta de lo que supone ser profesora en la Franja de Gaza: es como ser la madre de todas las personas a las que enseñé, me preocupo por ellos como si fuesen mis hijos.

Un amigo, Ihab, escribió: “En mi país la gente vive para contar sus suspiros. En mi país, la gente muere tantas veces como suspira”.

Salma A. E.
Gaza, 12 de julio de 2014

Tras los ataques contra Gaza en 2009. EMAN MOHAMED

Queridos amigos,

Ya les he hablado de mi angustia por mis estudiantes. Ahora les hablaré del miedo de mi familia y del mío.

Mis parientes y mi hermana casada no viven muy lejos de mi casa. Me pongo en contacto con ellos, por lo menos, 24 veces al día, me inquieto por ellos, se inquietan por nosotros. Mamá me da consejos para que pueda calmar a mis niños, pero yo no sé qué decirle para que no se preocupe por nosotros.

Les voy a explicar lo que no puedo decirles a mis allegados de la Franja de Gaza. Me refiero a mis pesadillas, que no dejan mi cabeza. Como supongo ya sabréis, es falso que, para los israelíes, haya objetivos militares en la Franja de Gaza: Banco Islámico (Franja de Gaza), Asociación de Caridad al-Salah (Khan Younis), Hospital al-Wafa (al este de Franja de Gaza), la clínica para minusválidos de Beit Lahyia y cinco mezquitas. Su fin es destruir la Franja de Gaza y Palestina, ése es el objetivo. Y esta vez, lo digo: genocidio.
Todo esto me hace creer que nada está lejos de los misiles de estos criminales y me hace imaginar la casa de mis parientes bombardeada, y que en unos segundos pierdo a los familiares que están allí. Pierdo a mi familia, mis parientes, mis hermanos y hermanas y todos mis recuerdos que tengo cien veces al día.

Mis hijos, es otra historia, es la historia de todos los niños de la Franja de Gaza: Taysir, mi hijo de cuatro años, llora cada vez que su papá sale de casa, esto le angustia, aunque no vea mis lágrimas, y espera el regreso de mi marido. Sabe muy bien que todos estos ruidos son algo grave y como no logramos explicarle lo que sucede fuera, cree que no estamos al tanto de lo que pasa. ¡Mucho mejor!
En cuanto al pequeño, todavía cree que llaman a la puerta. Escribiendo este testimonio, oímos el ruido de un bombardeo muy fuerte cerca de casa, el pobre tuvo miedo, lloró y me dijo: «¿Pero esto no funciona así, por qué dan tantos golpes en la puerta? ¡Esto me da miedo!”.

Por la noche, se despierta muchas veces por el ruido de los bombardeos.

El cumpleaños de Ahmed es el 16. Taysir me pide que lo celebremos y me propone ideas para darle el gusto a su hermano. Es difícil decirle que no es tiempo de celebraciones y es más difícil aún celebrar algo en esta situación.

A la hora del iftar (comida esencial del mes de ramadán) a las 20 horas, los bombardeos sobre la Franja de Gaza se intensifican. Nosotros, en casa, cada día tememos que los platos calientes que están en la mesa caigan sobre nosotros en el momento de un bombardeo muy fuerte. ¡Por la mañana nos felicitamos de estar todavía VIVOS!

Paso la mayoría del tiempo delante de la pantalla de mi ordenador, cuando tenemos corriente, por supuesto (el sábado, sólo tuvimos durante cuatro horas), para tener noticias de los demás y estar al tanto de lo que llega desde fuera. Suelo tener los auriculares de la radio conectados y leo u oigo historias que destrozan el corazón. ¡Siento todo el tiempo angustia y tristeza!

Cuando Yasser Elhaj recibió una llamada que le informaba de que su casa iba a ser destruida en unos minutos, no estaba en su casa, trató de llamar a su familia, pero nadie respondió. Entonces, corrió como un loco por las calles de la Franja de Gaza para salvar a su familia. ¡Cuando llegó, fue DEMASIADO TARDE! La casa había sido bombardeada, perdió a sus parientes y a todos sus hermanos y hermanas! Un padre perdió a su hijo de dos años y medio, gritó y lloró para despertar a su hijo, le dijo: “Oh, hijo mío, despiértate, te traje juguetes nuevos, despiértate».

Adnan Abu Amer, periodista, escribió: “Imagina esto: el teléfono suena, es el Ejército israelí, que te ordena evacuar tu casa, vas a ser bombardeado en diez minutos. Imaginas que, después de diez minutos toda tu historia será borrada de la superficie de la tierra, tus bienes, las fotos de los hermanos e hijo, las cosas que te gustan, tu silla, tus libros, la última recopilación de poemas que leíste, la carta de tu hermana emigrada en el extranjero, los recuerdos de tus seres queridos, el olor de tu cama, el rizo de los cabellos de tu hija, el calor de tu butaca, tus viejos trajes, tu alfombra de oración, las joyas de tu esposa, los enseres de toda una vida. Todo esto te pasa por la cabeza en diez minutos. Sientes todo este dolor cuando finalmente decides tomar sólo tus papeles y salir de casa para morir mil veces, o negarte a evacuar la casa y morir una sola vez».

Esta es la situación para la inmensa mayoría de gazatíes. Muchas familias del norte y del este de la Franja de Gaza han sido obligadas a evacuar sus casas bajo la amenaza de bombardear sus barrios. ¡Demasiadas historias que no puedo contar en un solo testimonio!

«No es en absoluto Gaza la más bella de las ciudades…
No son en absoluto sus playas las más radiantes de las playas árabes.
Sus naranjas no son las mejores, en absoluto, de la cuenca mediterránea.
¡No es la más rica de las ciudades, Gaza (Pescado, naranjas, arena, tiendas temblorosas bajo el viento, productos de contrabando, y brazos, brazos que venden a quién quiera comprarlos.)!
No es tampoco ni la más delicada ni la más imponente, sino que vale el peso en oro de la historia de una nación entera.
¡Porque es la más fea a los ojos del enemigo, y la más desvalida, la más andrajosa, y la más cruel!
¡Y porque es entre nosotros la que supo enturbiar toda euforia y toda paz mental!
¡Y porque es una pesadilla y porque sus naranjas son cogidas en la trampa, sus niños sin infancia, sus viejos sin vejez, sus mujeres sin placeres!
¡Así es Gaza, la más bella, más serena, más rica, la más digna, entre nosotros, de ser amada con locura!»

Mahmoud Darwish

Salma A. E.
Gaza, 14 de julio de 2014

Queridos amigos,

No consigo escribir más, no porque no tenga nada que decir, sino todo lo contrario, estoy llena de ideas e impresiones ambiguas, sensaciones de amor y muerte; de odio y de vida; de esperanza y de desesperación; de coraje y de miedo. En mi primer testimonio escribí: “El amor por Palestina nos hace amar la idea de morir por ella”. Uno de mis estudiantes, después de haber leído este testimonio, me escribió para decirme: “¿Te acuerdas cuando nos pediste distinguir entre la MUERTE y el AMOR? Te dije que la muerte era el resultado del amor, no estabas de acuerdo. En cambio hoy eres tú quien lo escribe. ¡Gané!” No pude responderle.

En estos momentos tan difíciles, sobrevivir se ha convertido en el sueño de los gazatíes que todavía viven.

Le dije a Omar, un estudiante que vive en Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, donde los bombardeos no paran, que me gustaba mucho leer lo que escribía en Facebook, porque todos sus posts son divertidos. Omar me respondió: “Te digo lo que no puedo decir a otros. ¡Escribo cosas divertidas para animar a mis amigos periodistas, tengo miedo por ellos, sobre todo cuando recibo sus noticias! Esta guerra me recuerda a mis dos queridos amigos a los que perdí en noviembre de 2012. ¡Me río para entregar el coraje que no tengo a otros, para tranquilizarles y que puedan continuar!».

El odio es una palabra que no existe en el diccionario palestino. Mi hermana me dijo el otro día: “Jamás tuve este sentimiento y creía que nunca lo tendría”. Pero yo detesto todo lo que es injusto o inhumano. Detesto el silencio que mata a todo un pueblo.

La inmensa mayoría de gazatíes siente vergüenza ante la reacción de los gobiernos árabes, pero son muy sensibles a la solidaridad que nos llega desde Europa.

En cuanto a mí, reconozco que lo que me falta estos dos últimos días es el coraje. No consigo dejar de llorar ni inquietarme por toda esta gente a la que conozco y aquella a la que no conozco. Estoy preocupada por mi amor hacia la Franja de Gaza, sentada delante de mi pantalla, siguiendo unas noticias tras otras.

Me volví loca cuando Incherah, Rola y Fatwa entraron en pánico en el momento del bombardeo de una residencia muy cerca de su casa en Tal-elhawa. Junto con sus familias y los vecinos no sabían qué hacer: quedarse en su casa era peligroso, pero salir no era fácil en absoluto, sobre todo cuando no se tiene coche y no iban a encontrar un taxi a las dos de la mañana.

Omniya, Misk, Karina y Anoud me dijeron que habían visto la muerte de cerca: bombardearon un edificio muy cerca de sus casas, un apartamento en el mismo edificio donde Anoud vive y, contrariamente a lo que se cuenta, no los avisaron.

Comencé a escribir este testimonio hace ya algunos días, pero no pude continuar por la muerte de los cuatro niños que jugaban sobre la playa de la Franja de Gaza,muertos a sangre fría por los criminales, como si fueran incapaces de saber que se trataba de niños. Otros niños de la misma familia que jugaban sobre el tejado de su casa fueron también tomados como objetivos.

Estos dos crímenes han sido seguidos por otros tantos en todas partes en la Franja de Gaza. Israel mata a niños por todas partes como si no tuvieran ningún valor a ojos de sus madres. Me permito decir en este testimonio que han matado más de 83 niños y han herido a 755. En mi primer testimonio os dije que no iba a darles cifras y que no iba a hablar de niños o mujeres sin hablar de hombres, porque es verdad que hay algunos miembros de la resistencia que están en el combate, pero muchos se quedan en sus casas tratando de proteger a sus familias, estos pobres mueren también en sus casas.

Mi prima Nour, de 25 años y madre de tres niñas, perdió a su marido de 28 años en el momento de un bombardeo en un taxi. Iba a dar el pésame a un amigo que acababa de perder a sus niños.

No duermo por la noche a causa de los continuos bombardeos, y también a causa de estas pesadillas que no dejan mis pensamientos: soy madre de dos niños, lloro cuando uno de ellos enferma, la idea de perderlos en el momento de un bombardeo me mata cada minuto. Ahmed, mi pequeño, no duerme de tanto miedo que tiene. Su hermano, Taysir, le dibujó el otro día un cohete, me sorprendió, ¿dónde había visto esa máquina? Me dijo que lo había aprendido de su tía, que es dibujante. Él cree que los cohetes caen del cielo donde se encuentran el Sol, la Luna y las estrellas, y que es una buena cosa.

El hospital al-Wafa, al este de la Franja de Gaza, ha sido bombardeado muchas veces. Los israelíes justifican todos sus crímenes con el pretexto de que Hamás se esconde entre los civiles, lo que significa que Israel no tiene escrúpulos para matar a los civiles.

¿Qué espera Israel cuando se dirige contra todos los gazatíes con sus misiles venidos desde el cielo, nuestro cielo, desde el mar, nuestro mar, desde los tanques, sus tanques, de Hamás o de los palestinos? ¿Qué hay que hacer? ¿Aplaudir como hicieron los colonos israelíes mientras ven caer esos cohetes sobre los civiles, los campos y las casas?

No te puedes imaginar lo que significa una casa para un palestino que ha trabajado toda su vida para construir un hogar para sus hijos, a los que quiere ver casados.

El palestino que fue obligado a abandonar su hogar en 1948 no quiere volver a evacuar su nueva casa, que construyó después de perder la esperanza de regresar a su hogar natal.

En mi siguiente testimonio hablo de la operación terrestre.

En mi testimonio les cuento las historias reales y personas reales con las que hablo, para demostrar quién vive en cada casa en Gaza.

Mahmoud Darwish dijo: “En esta tierra hay algo que merece la vida”.

Querido Darwish, en esta tierra, todo merece la vida… Pero ¿por qué la muerte?

Salma A. E.

Gaza, 20 de julio de 2014

Gaza 2009. EMAN MOHAMED

Queridos amigos,

Escribir no es, en absoluto, fácil…

No soy una periodista que debe coger su bolígrafo y correr detrás de la actualidad. Soy una habitante de la Franja de Gaza que no duerme por las noches a causa de la matanza de Shujaeya, un gran barrio al este de Gaza ciudad, que debe su nombre a Shujaa Alkordi. “Shujaa” quiere decir “valiente”. El crimen de los habitantes de este barrio es vivir muy cerca de la frontera con Israel. El Ejército israelí bombardeó durante toda la noche.

Era una noche muy dura y triste: no pudimos dormir y pasamos la noche al lado de la radio, afortunadamente con batería.
Familias a las que les habían bombardeado las casas pedían a las ambulancias y a la Cruz Roja que entrasen para salvar la vida de sus heridos. Pero ni la Cruz Roja, ni las ambulancias, ni la prensa podían entrar en este barrio a causa de las granadas de los tanques y de los misiles de los F16. Sólo recé, sólo lloré… Qué despertar tan duro…

Las fotos y los vídeos de estas matanzas me bloquearon. Grité como una loca… no, como una madre que había perdido a sus niños: “Hay que parar, hay que acabar con estos ataques brutales y bárbaros”.

Mi marido, que estaba en el hospital al-Shefa, me llamó para tener noticias de nosotros, me dijo que allí sólo olía a sangre: había tantos… unos muertos y otros heridos. Muchas familias de Shujaeya llegaron al hospital para buscar a los suyos o para esperarles. Jamás podré olvidar a aquella mujer que suplicaba que le devolviesen a los suyos, muertos o vivos.

Después de varias llamadas de la Cruz Roja al Ejército israelí, se obtuvo una tregua de dos horas, el tiempo justo para extraer de los escombros los cuerpos de los supervivientes. Pero durante la búsqueda de los supervivientes, los bombardeos continuaron.
Tardé dos días en escribir estas palabras, porque cada vez que me pongo delante del ordenador para escribir todo lo que veo y lo que siento, me rompo y lloro. Lloro cada palabra que me recuerda al dolor, al sufrimiento de la gente.

Además, no puedo abstenerme de preguntar por todos mis conocidos de todas partes de la Franja de Gaza. Llamo a toda la gente que conozco cuando las comunicaciones funcionan porque la red está en las manos de los israelíes.

Desde ayer, tenemos miedo de un nuevo ataque y de una nueva matanza al este de Khan Younis, en el sur de Franja de Gaza. Hasta esta tarde no teníamos ninguna noticia de ese barrio. La Cruz Roja consiguió obtener la aprobación de entrar en Khan Younis, pero tan pronto como penetran les disparan, y se vuelven sin poder salvar a nadie. Esta tarde, el Eejército israelí detuvo a un centenar de heridos y hasta de paramédicos.

La gente de quien les hablo son civiles, tenían sueños simples y fáciles que querían realizar: soñaban con una vida digna sin bloqueo y sin miedo. Algunos de ustedes posiblemente no acepten la palabra genocidio. Les aseguro que prefiero utilizarla a sabiendas, porque el Ejército criminal de Israel destruye barrios enteros, por todas partes en la Franja de Gaza, sin pensar jamás en los civiles. Varias familias al completo han sido aniquiladas.

Miles de familias de la Franja de Gaza reviven otra Nakba, sabiendo que esta vez no tenemos más donde ir, ni donde encontrar refugio. Ningún lugar es seguro. Las escuelas de la UNRWA abrieron sus puertas a la inmensa mayoría de estas familias, pero ya están llenas, también las iglesias.

Hoy, hacia las 14h, hubo 17 muertos y un centenar de heridos en un bombardeo de una escuela de la UNRWA que protege a familias refugiadas.

Otros encontraron refugio en casa de sus parientes, donde pensaban que estarían más seguros.

A pesar de que la situación es muy grave, debo hablarles de los jóvenes que crearon en todos los barrios de la Franja de Gaza centros de ayuda y de solidaridad con las familias que evacuaron de sus casas para ir a las escuelas de la UNRWA, per también allí sufrieron un bombardeo encarnizado e incesante.

El propietario del edificio residencial más bello y caro de la Franja de Gaza propuso poner a disposición, gratuitamente, los apartamentos para los refugiados. Pero en seguida el Ejército israelí explosionó el edificio, posiblemente para impedir que la gente fuese acogida.

Acabaré hablando por primera vez del papel que Egipto juega en el puesto fronterizo de Rafah. Algunos se imaginan que los egipcios acogen con los brazos abiertos a sus hermanos víctimas de los exacciones del Ejército israelí. En absoluto, rechazan las ambulancias y los heridos.

Palestina está perdiendo sus niños, sus mujeres, sus hombres, sus monumentos y su historia…

Salma A.E.

Franja de Gaza, 24 de julio de 2014

P.D.: Ni siquiera sabía qué día era hoy hasta que una amiga francesa me lo dijo.

Gaza 2009. EMAN MOHAMED

Queridos amigos,

Como de costumbre, no sé a qué debo darle prioridad, pero en primer lugar he de reconocer que vuestros últimos mensajes en respuesta a mi último texto, «No tengo ninguna esperanza”, me han emocionado y me han dado un poco de coraje, de fuerza y de esperanza, saber que todavía hay alguna gente justa en este mundo que apela a la victoria de la justicia. Desde el comienzo de la ofensiva, vosotros me entendéis cuando digo lo que siento.

Hoy es el primer día de la fiesta del Eid al-Ahda, uno de los días que busco de forma habitual, al igual que todos los palestinos, con impaciencia, un día en que tengo siempre el corazón lleno de alegría al ver, cada hora, a uno o más de mis parientes venir a mi casa.
Antes yo vivía en un pequeño apartamento, muchos de mis primos y mis tíos venían a mi casa. No habían suficientes asientos y nunca había surgido ningún problema. Algunos se sentaban en los sofás o las sillas, otros permanecían de pie. Todo el mundo estaba discutiendo, bromeando y se servían pasteles que había preparado para ellos.

Hoy, 28 de julio de 2014, todo es diferente: es el primer día de Eid al-Ahda en mi nuevo apartamento, que es mucho más grande que el otro. Cada uno de mi familiares habría encontrado un lugar para sentarse si hubiesen venido, pero nadie ha venido. ¡Mucho mejor! Yo no quiero que al salir se vean afectados por los bombardeos que no se detienen. Esta tarde me dormí; en mis sueños escuché los pasos de mis familiares por las escaleras de la casa, oliendo sus perfumes, viendo sus sonrisas y sus abrazos.

¡Pero sólo oigo los sonidos de los aviones no tripulados y los bombardeos, no siento el olor de la muerte, no veo las destrucciones tras el bombardeo israelí en toda la Franja de Gaza y me abrazo a mi miedo!

Tengo 30 años y ésta es la primera vez que no quiero celebrar el festivo de Eid al-Ahda. Estamos acostumbrados a comprar ropa nueva, no sólo para los pequeños, si no también para los adultos, para vestirnos el día de Eid al-Ahda.

¡Ésta es la primera vez que no compro! Lo que realmente me tocó, me rompió el corazón; fue mi hijo mayor, de cuatro años, que no está ni enojado ni triste porque no le haya comprado ropa, al contrario.

Él dijo: «Yo sé por qué no nos has comprado ropa. Es por culpa de los bombardeos, ¿no es así?». Con lágrimas en los ojos, le contesté: “Sí”. «No quiero ropa nueva, ya tengo suficiente. Después de los atentados, tú y yo iremos al mercado a comprar ropa y juguetes para los niños cuyas casas fueron bombardeadas, son ellos los que lo necesitan».

Estoy orgullosa de mi hijo, que, a pesar de nuestras precauciones, comienza a sentir, a entender que existe la muerte y la agresividad y no sólo la vida y la dulzura que nos rodea. Orgullosa de los ojos de este niño inocente que bailaron de alegría cuando le dije que podíamos salir el día de la tregua y visitar a sus abuelos para ver y jugar con sus primos. Sí, nuestros niños pueden jugar, reír, vivir, bailar, cantar y también ser solidarios con los otros.

Mi corazón, lleno de tristeza, llora por los diez niños muertos en el campo de refugiados de Shati, al oeste de Gaza, los niños que jugaban en un pequeño parque cerca de su casa. Las familias de estos niños no dejan que sus hijos jueguen porque son asesinados. Ellos tenían paz y la esperanza de vivir en sus corazones. Ellos creían que los aviones de sus enemigos no volverían a reproducir el mismo escenario de asesinato de niños y que los militares «más morales del mundo» respetarían el Eid al-Ahda. Por desgracia, ése no fue el caso.

El Ejército israelí bombardeó el Hospital al-Shifa hoy, el hospital más grande de Gaza. ¿Dónde deben ir, los heridos y los enfermos?

Yo no voy a poder dormir porque hay nuevas masacres en Khan Younis, en el sur de la Franja de Gaza, en Al-Bureij, en el centro, y en Jabaliya, en el norte.

No tenemos electricidad… La batería de la computadora se agotará en pocos minutos y la radio ya no se recarga.

Por la mañana ya sabremos.

Salma Ahmed Elamassie

Gaza 28 de julio 2014

Queridos amigos,

Al igual que todos los habitantes de Gaza, yo también detesto la noche. La noche, que nos aportaba estabilidad y tranquilidad, con el tiempo se ha convertido en bombardeos al azar, muy agresivas e intensos.

Esta mañana, otra masacre ha tenido lugar en una escuela de la ONU que acogía a refugiados de Jabaliya. Diecisiete muertos y otros tantos heridos. Jabaliya, ese nombre que hace latir mi corazón cuando lo oigo. Yo nací y me crié en el campo de Jabaliya, el campamento más poblado, que se encuentra al norte de la Franja de Gaza, en una gran mansión compartidao por mis abuelos, mi padre y sus cuatro hermanos. Mi quinto tío, que nunca he llegado a conocer, hizo sus estudios universitarios en Egipto y después se fue a Libia para trabajar. Él ha muerto sin haber podido entrar en Gaza durante 25 años. En esta casa todavía percibo el olor de mi abuelo, que me crió cerca de los olivos y los cítricos, y que me enseñó la historia de Palestina. Es gracias a él que conozco la historia y la geografía de Palestina. No la he aprendido en la escuela porque los libros de texto eran egipcios y hablaban, por lo tanto, de la historia de Egipto. En esa casa, mis primos, mi hermana, los vecinos y yo jugábamos al juego aquel al que jugaban todos los niños palestinos durante la primera Intifada: ‘Israéliens-Palestinos’.

Quizá ustedes pueden pensar que se trata de un juego agresivo. Pero ¿qué esperas de niños que ven a soldados israelíes entrar y salir de los hogares cuando querían? Algunos querían jugar el papel de los soldados, ya que eran más fuertes y poderosos, otros tomaban el papel de la resistencia, la defensa de su patria, que era más honorable.

En esta casa, he visto muchas veces el miedo en los ojos de mis padres. Los soldados isrealíes nunca nos dejaron tranquilos. Incluso entraron en nuestras habitaciones bajo el pretexto de «saboteadores». Sí, «saboteadores» en la pequeña cama, mi primo de unos meses al que se llevaron y luego arrojaron al suelo. Uno de mis primos, volviendo a casa desde la escuela a la edad de 13 años, fue herido de bala por los soldados israelíes. Él nos dijo después que estaba persiguiendo a las palomas. Una de las balas aún se encuentra en su columna vertebral.

No conocéis a Fares, mi primo, su cara siempre sonriente, sus bromas, su dulzura. ¡Yo lo conozco bien! Esto que os he contado es una pequeña parte de lo que está grabado en mi memoria y en la de toda la generación de la Intifada. De hecho, yo no he elegido hablaros sobre estos días amargos, ha sido mi memoria la que me ha llevado hacia estos pensamientos.

Nuestro conflicto con los criminales no empezó el 8 de julio 2014. Esto ha estado sucediendo desde 1948, cuando se estableció el Estado de Israel en nuestra tierra después de matar a miles de palestinos y de haber expulsado a otros.

Siempre he rezado para que la infancia de mis hijos no fuese como la nuestra y que su futuro fuese más brillante que el nuestro. Yo no sé con seguridad si éste será el caso después de haber discutido con mi hijo, que le pidió a su padre que le comprara un avión de juguete para detener a estos aviones que no paran de bombardear. Él quiere frenar a esta gente mala que mata a niños y destruye hogares. Él no sabe quiénes son, ¡pero está empeñado en detenerlos!

Las masacres y los crímenes israelíes continúan en toda la Franja de Gaza y con todos los medios: un coche de la ONU fue bombardeado ayer causando la muerte de dos hermanos. Las escuelas de la ONU ya no están a salvo tras el bombardeo de una docena de escuelas, las casas han sido destruidas por los cohetes F16 y familias enteras han sido exterminadas.

En Gaza, el miedo habita en todos los corazones, por todas partes: no hay donde esconderse, no hay ningún lugar seguro, nadie está protegido, y la muerte se convierte en la pesadilla de todos los habitantes de Gaza, o si no las lesiones y o la destrucción de las casas.

A mis amigos que conocen Gaza, no lo vais a reconocer. Gaza es totalmente diferente hoy en día. Recemos por la paz y que la seguridad cubra el cielo, de una vez, después de tantos años.

Salma Ahmed Elamassie

Gaza, 30 de julio 2014

ÁNGEL NAVARRETE

Queridos amigos,

Vosotros sabéis muy bien que desde hace años Gaza se ha convertido en una prisión a a cielo abierto. Desde del comienzo de la ofensiva en Gaza, nuestra prisión se ha hecho más pequeña: nosotros somos prisioneros, cada uno tiene su casa y no se puede salir fácilmente. Imagínate esta vida en prisión llena de temores, y la paciencia, o tal vez la impaciencia, ya no lo sé.

Ayer por la noche, Israel declaró una tregua de 72 horas que empezará el viernes a las ocho de la mañana. Todo el mundo estaba contento, y a su vez asustado. Estábamos hablando de unas 72 horas sin miedo y sin temor, 72 horas de ‘libertad’ dentro de la gran prisión que ha ido cambiando después de la destrucción de miles de edificios. Confieso que he tenido miedo de salir por la mañana y ver ‘la nueva Gaza’, que puede que me rompa el corazón. Pero yo estaba contenta de anunciarle a mi hijo, Taysir, las buenas noticias:

-Sí, vamos a salir ahora y pasar el día con tus abuelos, vas a poder jugar con tus primos.

-Entonces detuvieron el bombardeo, ¿no es así?

-Sí, querido.

-Así que mañana vamos a ir a comprar juguetes y ropa para los niños, como habíamos dicho.

-¿Puedo comprarme un juguete para mí? Dejaré que Ahmed juegue conmigo.

No hay palabras que puedan describir la alegría que vi en los ojos de mi hijo. Pero hacia el mediodía pasó una catástrofe: Israel anunció el fin de la tregua. De nuevo estábamos deprimidos. Todos nuestros proyectos se convirtieron en humo. Todavía podemos ver el cielo de Gaza, esto es lo único que no ha cambiado.

Taysir… ¿Qué le puedo decir? ¿Cómo le explico los motivos por los cuales no podemos salir? Necesito de vuestros consejos, mis amigos. Decidme qué le puedo decir a un niño de cuatro años, por favor. ¿Debo explicarle toda la situación? ¿Decirle que hay gente en este mundo que nos odia y matan a los niños dondequiera que estén? ¿Decirle que estas personas no son palestinos como nosotros? ¿Que ni siquiera saben lo que quiere decir ‘Palestina’? Gente que conoce los colores de la bandera palestina pero no sabe qué significa una bandera.

Por supuesto ya me vi obligada a decirle que no podíamos salir porque el bombardeo se había reanudado. Él lloró y me pidió que parara inmediatamente a todos esos aviones que nos estaban bombardeando. Que yo detenga a los aviones. ¿Cómo? Una madre es capaz de muchas cosas, menos de parar un F16. Era necesario distraerle inmediatamente, le di lápices de colores y papel, él dibujó a mi madre, a mi padre, su casa, su calle y a sus primos. En cuanto a mi padre, que estaba esperando impacientemente nuestra visita, se vio obligado a llamarnos y pedirme que no saliera debido al fin de la tregua. Vi las lágrimas en su ojos, nos esperaban.

Mis padres viven a dos millas de mi casa y no les puedo ver. ¿Cuál es el sentimiento que tiene la gente cuya casa está lejos de su familia, entonces? ¿Cuál es el sentimiento de la gente que ha perdido a sus familiares sin poderlos ver?

Desde esta mañana, el Ejército israelí está cometiendo masacres indecibles en Rafah. Muchos civiles son las víctimas de estos criminales. Siguen arrasando Gaza.

Queridos amigos, tenemos electricidad durante dos horas al día como máximo. Tengo la suerte de tener un generador en casa para cargar nuestros teléfonos, nuestros ordenadores, lámparas recargables, durante unas horas, pero el combustible sigue muy caro y escaso. Hace días que friego los platos a mano, debido a la falta de electricidad. Nunca pongo nada dentro de la nevera porque todo se pudre con rapidez. Hay barrios donde no hay agua corriente durante 24 días, imagínate 24 días. Incluso es difícil de comprar agua potable hoy en día debido a los cortes de energía. Los habitantes de Gaza hacen cola durante tres horas para comprar pan, las panaderías no llegan a garantizar el suministro debido a la falta de electricidad y la falta de harina. Todos los habitantes de Gaza escriben poemas de amor para la electricidad que les ha abandonado.

Salma Ahmed Elamassie
Gaza, 1 de agosto de 2014

Queridos amigos,

Ya os he hablado sobre lo que siento, yo, mi familia, mis hijos y mis alumnos. Os he hablado de Walid, un profesor de francés en Gaza que vivía en Khuzaa, ese hermoso pueblo que se ha convertido en ruinas de piedra por los criminales israelíes. Walid es resistente, pero no militar: siempre ha luchado contra la desesperación de sus estudiantes, él lucha para que aprendan a vivir, a vivir con buenos valores que sirvan para que puedan construir su futuro. Walid es un hombre serio que sabe bromear, reírse y hacer reír a la gente demasiado seria como sus alumnos, e incluso más importante, es respetado por todos sus estudiantes, sus colegas y todas las personas que lo conocen.

El hombre que hablaba con amor de su pueblo, Khuzaa, me dijo un día que nunca dejaría su casa cerca de la frontera viniera quien venga. Hablaba en serio y se quedó en casa en 2008 y en 2012 durante los dos ataques contra Gaza en esos años. Esta vez se vio obligado a evacuar su casa con su familia, sus padres y sus hermanos, sobre todo porque todos estaban en el hospital después de que la Armada israelí lanzase fósforo blanco. Han hecho bien en haberse ido, porque su casa fue destruida. Perdieron a los miembros de la familia que se quedaron en sus casas y a otros que se fueron a los llamados barrios más seguros. Pienso mucho en sus tres hijos más mayores que el mío: estos niños que entienden mejor que mi hijo que la muerte existe a su alrededor, a veces cerca de ellos, y han visto muchas cosas que un padre o una madre no quiere explicar a sus hijos. Jamás los padres han querido que la idea misma de la muerte llegue a los pensamientos o sueños de sus hijos.

Walid, este hombre dinámico, tenía una voz fuerte y tranquilizadora, confiada, radiante y activa. Una voz que demuestra que él es una persona que ama la vida y que quiere disfrutar de cada momento de su vida para vivirla con placer. Hoy en día, uno no puede reconocer fácilmente su voz, ya que ha perdido todas sus connotaciones anteriores. Su voz se ha transformado por completo: triste, débil y perdida, ya no puedes distinguir los agudos de los graves.

No he tenido el valor de ver el documental que ha hecho Aljazeera sobre Khuzaa, el pueblo de mi amigo. Cuando veo las imágenes del barrio de Shujaeya, al este de Gaza, del pueblo de Khuzaa, al este de Khan Younis, de Beit Hanoun, al norte de Gaza, o de Rafah, al sur, y veo toda la destrucción y todos los muertos y heridos, me acuerdo de cada palabra que utilizó mi abuelo para describir las masacres que han cometido los criminales israelíes contra nuestra gente y nuestro pueblo y aldeas desde 1948. Y me digo a mí misma que es mejor para mi abuelo que se haya muerto antes de ver una nueva Nakba.

Una catástrofe ambiental puede suceder en Gaza si la ofensiva israelí no se detiene lo más rápido posible por la basura de los refugiados en las escuelas de la ONU y los cadáveres que permanecen durante semanas bajo los escombros.

Queridos amigos: Walid, como ya he dicho, es profesor de francés. Si le queréis escribir para transmitirle la fuerza, la esperanza y el coraje que necesita, yo le puedo transmitir todos vuestros mensajes.

Recen para que mi hijo pueda salir mañana. Se habla de una tregua de 72 horas que comenzará a las ocho de la mañana. Yo espero, al igual que todos los habitantes de Gaza, que Israel no acabe mañana buscando a otro soldado en otro barrio.

Nuestra noche, llena de destrucción, de sangre, de miedo y espera, acompañada por los insoportables aviones no tripulados, ya ha comenzado.

Salma Ahmed Elamassie
Gaza, 4 de agosto de 2014

Puerto de Gaza. PALESTINALIBRE

Queridos amigos,

Siento no haber podido escribiros desde mi último testimonio el 4 de agosto, sobre todo porque tengo un montón de cosas que explicaros, pero son estas historias que quiero explicar las que me impiden escribir. Ellas me ponen enferma hasta el punto de que ya no puedo llegar a escribirlas.

Pasamos los últimos días entre las treguas, la extensión de estas treguas y los bombardeos entre una tregua y otra. El 19 de agosto, los israelíes bombardearon la casa de la familia Aldalou en un intento de asesinar a Mohamed Al-Dhaif, el comandante general de las Brigadas de al-Qassam, la rama militar del movimiento de Hamás. Nuestra casa tembló y el ruido era muy fuerte a pesar de que estamos a dos kilómetros de la casa que habían bombardeado. El miedo, de nuevo, volvió a ocupar un lugar en los corazones de mis dos niños.

Como si lo que pasó hoy fuese la cuarta ofensiva y no una reanudación de los bombardeos.

Debería haberos escrito durante la tregua que normalmente nos dejaría estar más tranquilos y calmados. Pero, contra mis expectativas, este período ha sido más difícil y triste para mí: estoy fuera de mi casa, al igual que todos los habitantes de Gaza, visitando a padres y familiares, que han perdido a sus padres o sus hogares, o a ambos. Sus historias, sus rostros, su tristeza me han hecho revivir la guerra, pero con la tristeza y el miedo.

Me encontré a Line, de cuatro años, que perdió a su padre y su casa de siete pisos, compartida con sus tíos y su papá. Vi en sus ojos impresiones ambiguas: estaba contenta de que su padre se hubiese ido al cielo para poder traerle juguetes y ropa nueva, pero estaba triste por haber perdido su casa y su habitación, donde se encontraban sus juguetes y su ropa. Yo lloré cuando ella les dijo a mis hijos que estaba esperando a que su papá volviese y le construyera la casa en dos días. Qué esperanza.

Durante la tregua, los bombardeos se detuvieron, los F16 desaparecieron, pero se quedaron los miles de aviones no tripulados cuyo ruido nos perfora el cráneo.Todo ha cambiado en Gaza, no sólo los barrios bombardeados, las casas destruidas, sino también los rostros de los habitantes de Gaza: antes de la ofensiva, la sonrisa de los habitantes de Gaza no se borraba jamás de sus labios, a pesar del bloqueo impuesto después del 2006, a pesar de la ofensiva de 2008/2009 y la de 2012. Hoy en día, nadie tiene la fuerza para sonreír. Durante la tregua, yo tomé la decisión de no seguir las informaciones para no ser víctima de noticias que me hacían creer que las negociaciones en El Cairo eran una posibilidad y que conseguirían el sueño de los palestinos. Desde la reanudación de los bombardeos, no he cerrado en ningún momento las páginas web de información, cuando quería estar al corriente. No apagué la radio recargable cuando me quedaba sin electricidad. Vivo en un estado de ansiedad y de preocupación, mis hijos tienen miedo cada vez que hay bombardeos, mi hijo mayor está durmiendo menos y espera impacientemente que mi marido regrese a casa del trabajo.

Es cierto que la tregua ha permitido que la gente salga para contar los nuevos mártires y los heridos. En mis ojos, la tregua parece un sitio donde a veces cortan las películas de terror y permiten que se retrase un poco el desenlace.

Queridos amigos, en mis escritos he evitado pedir ayuda de forma práctica para las familias afectadas por los ataques israelíes. Cuando he discutido con las familias, me han dicho que no necesitaban comida, sino la seguridad y la tranquilidad de una casa o apartamento donde puedan sentir que aún están vivas. Cabe mencionar que estas familias, que tenían sus propias casas o apartamentos, se han visto obligadas a día de hoy a pagar un alquiler para ocupar un alojamiento temporal, algo que es muy complicado para ellos. Personalmente, yo os aseguro que necesitamos especialmente a psicólogos que nos puedan ayudar a salir de nuestro sufrimiento.

Creo que mi texto está desordenado, está como nosotros, perdido entre la tregua y los bombardeos.

Recen para una paz duradera que cubra el cielo de nuestro país, nosotros no tenemos nada más. Nuestros sueños se han visto privados de todo, lo único que queremos es reencontrar una paz perdida desde hace tanto tiempo.

Salma Ahmed Elamassie

Gaza, 22 de agosto 2014

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Entrevista con Ilan Pappé y Noam Chomsky: El futuro de Israel y Palestina

¿Habrá resultados diferentes a los acontecidos anteriormente?

Evolución de Palestina desde 1948

Barat: Gracias por aceptar esta entrevista. En primer lugar, me gustaría preguntarles si en estos momentos están trabajando en alguna cuestión que deseen que conozcamos.

Ilan Pappé: Estoy terminando varios libros. El primero es una sucinta historia de la ocupación israelí de Cisjordania y la Franja de Gaza, tengo otro sobre la minoría palestina de Israel y un tercero sobre los judíos árabes. Y estoy completando un volumen corregido en el que se compara la situación de Sudáfrica con la de Palestina.

Noam Chomsky: La serie habitual de artículos, charlas, etc. No tengo tiempo ahora para proyectos mayores.

Barat: Un parlamentario británico manifestó hace poco que había notado un cambio en los últimos cinco años respecto a Israel. Los parlamentarios británicos están actualmente firmando peticiones EDM las conocidas como “Early Day Motion”, moción sin fecha fija de debate de condena a Israel en mayor cantidad que nunca antes y nos dijo que ahora era más fácil expresar críticas hacia Israel aunque se estuviera hablando en un campus estadounidense.

También, en las últimas semanas, John Dugard, investigador independiente sobre el conflicto palestino-Israelí para el Consejo de los Derechos Humanos de Naciones Unidas manifestó que el “terrorismo palestino es la consecuencia ‘inevitable’ de la ocupación”; el Parlamento Europeo adoptó una resolución que decía que “la política de aislamiento de la Franja de Gaza ha sido un fracaso tanto a nivel político como humanitario” y las Naciones Unidas y la UE han condenado a Israel por el uso excesivo y desproporcionado de la fuerza en la Franja de Gaza.

¿Podría eso interpretarse como un cambio general en la actitud hacia Israel?

Ilan Pappé: Los dos ejemplos indican un cambio significativo en la opinión pública y en la sociedad civil. Sin embargo, el problema permanece igual que en los últimos sesenta años: estos impulsos y energías no se concretan, y no es probable que lo hagan en un futuro próximo, en políticas actuales sobre el terreno. Y así, la única forma de enriquecer esta transición y apoyar desde abajo las políticas actuales es desarrollando la idea de las sanciones y el boicot. Esto puede dar una orientación clara a los muchos individuos y ONG que durante años han venido mostrando su solidaridad con la causa palestina.

Noam Chomsky: Ha habido un cambio muy evidente en los últimos años en los campus estadounidenses y también en relación a las audiencias generales. No hace tanto tiempo que la protección policial era la nota habitual en las charlas en las que se criticaban las políticas israelíes; las reuniones se interrumpían, las audiencias eran muy hostiles y ofensivas. Pero ahora es bien diferente, con excepciones aisladas. Los apologistas de la violencia israelí tienen ya que estar, frecuentemente, a la defensiva y actuar a la desesperada en vez de mostrarse arrogantes y despóticos. Pero la crítica frente a las acciones de Israel es débil, porque se suprimen, sistemáticamente, los hechos fundamentales. Esto es especialmente verdad en el decisivo papel estadounidense bloqueando todas las opciones diplomáticas, minando la democracia y apoyando el sistemático programa de Israel de socavar cualquier posibilidad de eventual acuerdo político. Es típica la caracterización de EEUU como “honesto intermediario”, incapaz, de alguna manera, de ejercer sus cualidades benéficas y no sólo en este terreno.

Barat: La palabra apartheid es cada vez más utilizada por las ONG y organizaciones asistenciales para describir las acciones de Israel hacia los palestinos (en Gaza, en los Territorios Ocupados Palestinos, pero también en el mismo Israel). ¿Se puede comparar la situación en Palestina e Israel con el apartheid sudafricano?

Ilan Pappé: Hay similitudes y diferencias. La historia colonialista tiene muchos capítulos en común y pueden encontrarse algunos de los rasgos del sistema del apartheid en las políticas israelíes hacia su propia minoría palestina y hacia los territorios ocupados. Sin embargo, algunos aspectos de la ocupación son aún peores que la realidad del apartheid de Sudáfrica, y algunos aspectos de las vidas de los ciudadanos palestinos de Israel no son tan nefastos como lo eran en los días del apartheid. Bajo mi punto de vista, el principal punto de comparación es de orden político. El movimiento anti-apartheid, el ANC, las redes de solidaridad que se desarrollaron con el pasar de los años en Occidente, deberían inspirar una campaña más firme y eficaz a favor de los palestinos. Por esto se necesita aprender de la historia de la lucha contra el apartheid, en vez de insistir demasiado en comparar el sistema sionista con el del apartheid.

Noam Chomsky: No hay una respuesta definitiva a esas cuestiones. Hay parecidos y diferencias. Dentro del mismo Israel hay graves discriminaciones, pero se está lejos del apartheid sudafricano. Dentro de los territorios ocupados, ya es otra historia. En 1997, al dar la temática de un discurso en la Universidad Ben Gurion en una conferencia sobre el aniversario de la guerra de 1967, leí un párrafo de la historia de Sudáfrica. Y no fue necesario comentar nada.

Mirándola más de cerca, la situación en los territorios ocupados difiere en muchas formas del apartheid. En algunos aspectos, el apartheid sudafricano era más vicioso que las prácticas israelíes, y en otros al contrario. Por mencionar un ejemplo, la Sudáfrica blanca dependía del trabajo negro. No podían expulsar a la inmensa mayoría de la población. Durante una época, Israel confió en la mano de obra barata palestina fácilmente explotable, pero ha sido reemplazada desde hace tiempo por los miserables de la tierra de Asia, Europa del Este y algunos otros lugares. Los israelíes respirarían en su mayoría aliviados si los palestinos desaparecieran. Y no es ningún secreto que las políticas que han ido conformando se ajustan bien a las recomendaciones de Moshe Dayan de después de la guerra de 1967: Los palestinos “continuarán viviendo como perros, y el que lo desee puede largarse”. Recomendaciones más extremas se han hecho por muy considerados humanistas de la izquierda en los EEUU, por ejemplo, Michael Walter, del Instituto de Estudios Avanzados en Princeton y editor del periódico socialista democrático Dissent, quien aconsejó hace 35 años que ya que los palestinos eran “algo marginal en la nación”, se les debería “ayudar” a marcharse. Se estaba refiriendo a los ciudadanos palestinos del mismo Israel, una posición que se ha hecho familiar más recientemente a causa del ultraderechista Avigdor Lieberman, y que ahora está siendo recogida por los medios dominantes israelíes. Dejo a un lado a los auténticos fanáticos, como el Profesor de Derecho de Harvard Alan Dershowitz, que declara que Israel nunca mata a civiles, sólo a terroristas, por lo cual la definición de “terrorista” sería la de “asesinado por Israel”; e Israel confiaría en conseguir una ratio de matar de 100 a cero, lo que significa “exterminar completamente a las bestias”. No es poco significativo que los defensores de estos puntos de vistas sean considerados con respeto en círculos cultos de EEUU, y también de Occidente. Uno puede imaginar la reacción si esos comentarios se hicieran sobre los judíos.

Sobre la pregunta, repito, no puede haber una clara respuesta porque la analogía no es apropiada.

Barat: Israel ha dicho recientemente que boicoteará la Conferencia sobre los Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Durban porque “va a resultar imposible impedir que la conferencia se convierta en un festival de ataques contra Israel” y también ha cancelado un encuentro con funcionarios de Costa Rica sobre la decisión de la nación centroamericana de reconocer formalmente un Estado palestino. ¿Es probable que Israel se muestre renuente a aceptar cualquier tipo de crítica hacia sus políticas para hacerlas finalmente fracasar?

Ilan Pappé: Uno confía en que en algún momento les salga el tiro por la culata. Sin embargo, esto depende de los equilibrios de poder regionales y globales, no sólo de la “reacción desmesurada” de los israelíes. Los dos, principalmente el equilibrio de poder y la intransigencia israelí puede que estén interconectados en el futuro. Si se produce un cambio en la política estadounidense o en su papel hegemónico en la política de la región, más que una continuada inflexibilidad israelí, eso puede animar a la comunidad internacional a adoptar una postura más crítica contra Israel y ejercer presiones sobre el estado judío para que ponga fin a la ocupación y desposesión de Palestina.

Noam Chomsky: Uno puede estar de acuerdo o no con esas decisiones, pero eso no supone “una negativa a aceptar cualquier tipo de crítica hacia sus políticas”. Dudo que esas decisiones particulares vayan a fracasar, incluso que se les preste mucha atención.

Barat: ¿Cómo puede Israel llegar a un acuerdo con una organización que declara que nunca reconocerá a Israel y cuya carta pide la destrucción del estado judío? Si Hamas quiere realmente un acuerdo, ¿por qué no reconoce a Israel?

Ilan Pappé: La paz se hace entre enemigos no entre amantes. El resultado final del proceso político puede ser un reconocimiento islámico político sobre el papel de los judíos en Palestina y en Oriente Medio como un todo, ya sea como estado separado o conjunto. La OLP entró a negociar con Israel sin cambiar su carta, lo que no difiere mucho de la actitud de Israel…. Por eso se debería buscar un texto, una solución y una estructura política que sea inclusiva, que posibilite que coexistan todos los grupos ideológicos, religiosos, étnicos y nacionales.

Noam Chomsky: Hamas no tiene por qué reconocer a Israel más que Kadima a Palestina, o que el Partido Demócrata en EEUU tiene que reconocer a Inglaterra. Uno podría preguntarse si un gobierno dirigido por Hamas reconocería a Israel o si un gobierno dirigido por Kadima o por el Partido Demócrata reconocería a Palestina. Hasta ahora todos se han negado a hacerlo, limitándose a la posición de rechazo que EEUU e Israel han mantenido durante unos treinta años de aislamiento internacional. En cuanto a las palabras, cuando el Primer Ministro Olmert declara en una sesión conjunta del Congreso de EEUU que cree “en el derecho histórico y eterno de nuestro pueblo a toda esta tierra”, provocando entusiastas aplausos, no se está refiriendo, presumiblemente, sólo a la Palestina desde el Jordán hasta el mar, sino también a la otra orilla del río Jordán, la proclama histórica del Partido del Likud de que era su hogar político, una proclama que nunca se ha abandonado formalmente, hasta donde yo conozco. Sobre Hamas, pienso que debería abandonar esas estipulaciones de su carta y que debería evolucionar de la aceptación de un acuerdo entre dos estados al reconocimiento mutuo, aunque debemos tener en mente que sus posturas son más flexibles que las de EEUU e Israel.

Barat: Durante los últimos meses, Israel ha aumentado sus ataques contra Gaza y se está hablando de una invasión inminente por tierra, hay también muchas posibilidades de que haya estado implicado en el asesinato del dirigente de Hizbollah Mughniyeh y está presionando para que se impongan sanciones más duras (incluidas las militares) contra Irán. ¿Creen que el ansia de Israel por la guerra podría conducirle finalmente a su autodestrucción?

Ilam Pappé: Sí, creo que la agresividad va en aumento y que Israel no sólo se enfrenta al mundo palestino, sino también al árabe y al islámico. El equilibrio militar de poder, por el momento, está del lado de Israel, pero esto puede cambiar en un momento determinado, especialmente si EEUU le retira su apoyo.

Noam Chomsky: Escribí hace décadas que esos que se llaman a sí mismos “partidarios de Israel” son en realidad partidarios de su degeneración moral y probable destrucción final. Durante muchos años he creído también que la opción clara de Israel por la expansión en vez de la seguridad, una vez que rechazó la oferta de Sadat de un tratado total de paz en 1971, puede muy bien llevar a esa consecuencia.

Barat: ¿Qué supondría para EEUU retirar su apoyo internacional a Israel?

Ilan Pappé: A nivel externo, el colapso de su política en Oriente Medio, principalmente por la pérdida de uno de sus aliados. Como alternativa, aunque menos probable, la aparición de una contra-política europea. Internamente: una crisis económica importante y el éxito de la actual coalición de fuerzas que trabajan en el interior de la sociedad civil para amortiguar tal cambio.

Noam Chomsky: Para responder a eso, tenemos que considerar las fuentes de ese apoyo. El sector corporativo en EEUU, que controla la conformación de la política, parece estar muy satisfecho con la situación actual. Un indicador es el flujo creciente de inversiones hacia Israel por parte de Intel, Hewlett-Packard, Microsoft y otros elementos importantes de la economía de tecnología punta. Las relaciones de inteligencia y militares siguen siendo muy fuertes. Desde 1967, los intelectuales estadounidenses han tenido una relación amorosa virtual con Israel por razones que, en mi opinión, tienen más que ver con EEUU que con Israel. Eso afecta en gran medida a la representación de los hechos y a la historia en los medios y en los periódicos. Los palestinos son débiles, están dispersos, sin amigos, y no tienen nada que ofrecer a la concentración de poder en EEUU. Una gran mayoría de estadounidenses apoyan el consenso internacional de un acuerdo para dos estados, e incluso piden que se iguale la ayuda a Israel y a los palestinos. En este como en muchos otros aspectos, ambas partes políticas se sitúan más a la derecha que sus poblaciones. El 95% de la población estadounidense piensa que el gobierno debería prestar atención a los puntos de vista de la gente, una posición rechazada por todo el espectro de las elites (algunas veces muy explícitamente, en otras tácitamente). De ahí que un paso hacia una posición más equitativa debería sustentarse en un “avance democrático” en los EEUU. Además de esa eventualidad, lo que debería tenerse en cuenta son los hechos que conducen a un nuevo cálculo de intereses entre los sectores de elite.

Barat: CounterPuch puso de relieve el pasado mes un interesante debate acerca de la solución de un estado único frente a la solución de los dos estados. Se empezó con un artículo de Michael Neumann en el que decía que “la solución de un único estado era una ilusión” y fue seguido por artículos de Assaf Kfouri titulado “¿Un Estado o Dos Estados? – Un Debate Estéril sobre Falsas Alternativas” y otro de Jonathan Cook titulado “Ni un estado ni dos, el problema es el sionismo”. ¿Cuál es su opinión sobre este aspecto, piensan que en vista de los “hechos sobre el terreno” (asentamientos, carreteras de circunvalación…) creados por Israel, es aún posible la solución de los dos estados?

Ilan Pappé: Las realidades sobre el terreno han hecho que la solución de los dos estados sea imposible desde hace ya tiempo. Los hechos indicaban que nunca hubo y que nunca habrá aprobación israelí a un estado palestino, a no ser que sea un estado sin estado dentro de una serie de bantustanes en Cisjordania y Gaza bajo control total israelí. Hay ya un estado y la lucha se centra en cambiar su naturaleza y régimen. Si el nuevo régimen y la base constitucional debieran ser democráticas y binacionales, o quizá incluso ambas cosas, es menos importante en este punto. Cualquier organización política que reemplazara el actual estado racista de cosas es bienvenida. Esa organización debería también posibilitar el retorno de los refugiados e incluso el más reciente de los inmigrantes a poder quedarse.

Noam Chomsky: Tenemos que distinguir entre propuesta y defensa. Podemos proponer que todo el mundo debería vivir en paz. Se convierte en defensa cuando trazamos un sendero realista de aquí hasta allí. En mi opinión, la solución de un único estado tiene poco sentido, pero un estado binacional sí lo tiene. Fue posible defender tal acuerdo desde 1967 hasta mediados de la década de 1970. Y así lo hice, en muchos escritos y charlas, incluido un libro. La reacción fue mayoritariamente de furia. Después de que los derechos nacionales palestinos entraron en la agenda internacional a mediados de la década de 1970, ha seguido siendo posible defender el binacionalismo (y así continúo haciéndolo), pero sólo como un proceso que atraviesa etapas intermedias, la primera sería la del acuerdo para los dos estados, según el consenso internacional. Ese logro, probablemente el mejor que podamos imaginar a corto plazo, casi se alcanzó en las negociaciones de Taba en enero de 2001 y, según los participantes, podría haberse alcanzado si el Primer Ministro israelí Barak no les hubiera puesto fin de forma prematura. Ese fue el único momento en los últimos treinta años en que dos estados que se rechazan consideraron por un breve tiempo unirse al consenso internacional, y la única vez en que pareció estar a la vista un acuerdo diplomático. Mucho han cambiado las cosas desde 2001, pero no veo ninguna razón para creer que lo estaba aparentemente al alcance entonces sea imposible hoy.

Reviste algún interés, y yo creo que es instructivo, que las propuestas de “solución de un estado único” se toleren hoy en día en los medios dominantes, a diferencia del período en que su defensa era inviable y constituían un anatema. En la actualidad, se publican en el New York Times, en New York Review of Books y en otros sitios. Uno no puede por menos que concluir diciendo que se consideran ahora aceptables porque son completamente inviables, siguen siendo propuestas que no cuentan con apoyos. En la práctica, las propuestas apoyan el rechazo estadounidense-israelí y socavan la única defensa viable de una solución binacional por etapas.

En la actualidad, los palestinos tienen dos opciones. Una es el abandono estadounidense-israelí de su posición de rechazo, y un acuerdo muy parecido al que casi se alcanzó en Taba. La otra opción es que continúen las políticas actuales, que llevan, inexorablemente, a que Israel se anexione todo lo que quiera: al menos, el Gran Jerusalén, las zonas dentro del Muro de Separación (que ahora es un Muro de Anexión), el Valle del Jordán y los puntos principales a través de Ma’aleh Adumim y Ariel y más allá, dividiendo de hecho lo que queda en tres partes, que será hecho pedazos en cantones inviables por inmensos proyectos de infraestructura, cientos de controles y otras estratagemas para asegurar que los palestinos vivan como perros.

Hay quienes creen que los palestinos deberían sencillamente permitir que Israel se apropie completamente de Cisjordania y entonces llevar a cabo una lucha al estilo de la de los derechos civiles-antiapartheid. Sin embargo, eso no deja de ser una ilusión. No hay razón alguna por la que Israel-EEUU vayan a aceptar las premisas de esta propuesta. Continuarán con las directrices que están ejecutando y no aceptarán responsabilidad alguna por los palestinos que se vean dispersados fuera de las regiones que intentan incorporar a Israel.

Barat: Durante mi reciente viaje a Israel/Palestina se me hizo obvio (hablando con la gente, leyendo periódicos, viendo las noticias) que hay algo que a Israel le da mucho miedo: un boicot. ¿Están a favor de ese tipo de acciones y piensan que podrían dar frutos?

Ilan Pappé: Sí, estoy a favor y creo que tienen posibilidades de desencadenar procesos de cambio sobre el terreno.

Noam Chomsky: Los boicots tienen sentido muchas veces. Por ejemplo, esas acciones contra Sudáfrica fueron eficaces, incluso aunque la administración Reagan evadió las sanciones del congreso mientras declaraba que el ANC de Mandela era uno de los “más infames grupos terroristas” del mundo (en 1988). Las acciones fueron eficaces porque durante muchos años se estuvo impulsado el trabajo de campo mediante la educación y el activismo. En el momento en que fueron implementadas, recibieron apoyo sustancial del sistema político estadounidense, de los medios e incluso del sector corporativo. Nada parecido ni remotamente se ha conseguido en este caso. Y además, los llamamientos al boicot fueron invariablemente contrarrestados reforzando las más duras y brutales políticas hacia los palestinos.

Si se formulan con cuidado, los boicots selectivos podrían producir algún efecto. Por ejemplo, un boicot a los productores militares que proporcionan armas a Israel, o a la Corporación Caterpillar, que suministra el equipamiento para destruir Palestina. Todas sus acciones son absolutamente ilegales, y los boicot habrían sido mejor comprendidos por el público en general, para que así pudieran haber sido eficaces.

Los boicots selectivos podrían ser también eficaces contra los estados que aún tienen un record peor de violencia y terror que Israel, como ocurre con EEUU. Y, desde luego, sin su apoyo y participación decisivos, Israel no podría llevar a cabo expansiones ilegales u otros crímenes. No hay llamamientos para boicotear a EEUU, no por cuestión de principios sino porque es sencillamente demasiado poderoso, hecho que plantea algunas cuestiones obvias sobre la legitimidad moral de las acciones dirigidas contra sus clientes.

Barat: Volviendo de Israel/Palestina hace pocas semanas, el director del ICAHD siglas en inglés del Comité Israelí Contra la Demolición de las Casas del Reino Unido dijo que, a pesar de Annapolis, “no ha habido mejora alguna sobre el terreno … y el ver la judaización de Israel me dejó pasmado y enfadado”. En relación con este aspecto, ¿podría la resistencia palestina (que hasta ahora ha sido fundamentalmente no violenta) volver a la lucha armada y comenzar a una tercera intifada mucho más dura?

Ilan Pappé: Es difícil entender ese ‘podría’, teóricamente puede y debe, la cuestión es si va a haber resultados diferentes de los anteriores dos levantamientos, el sentimiento existente es que no es probable.

Noam Chomsky: Mi opinión ha sido siempre que los dirigentes palestinos están ofreciendo a Israel y a sus patrocinadores estadounidenses un gran regalo al recurrir a la violencia y adoptar posturas revolucionarias, además del hecho de que, consideraciones tácticas aparte, el recurso a la violencia conlleva una carga muy pesada de justificación. Hoy en día, por ejemplo, nada hay que les guste más a los halcones israelíes y estadounidenses que los cohetes Qassam, que les permite gritar de alegría sobre cómo van a aumentar hasta el infinito el número de muertos (definiendo a todos las víctimas como “terroristas”). También estoy de acuerdo con amigos personales que tenían contactos con el liderazgo palestino (en especial, con Edward Said y Eqbal Ahmad) de que una lucha no violenta habría tenido considerables perspectivas de éxito. Y pienso que todavía las tiene, en realidad es la única perspectiva que puede tener éxito.

Barat: ¿En qué deberían centrarse en los próximos meses las ONG y las organizaciones asistenciales que trabajan por la justicia en Palestina?

Ilan Pappé: Ellas lo saben bien y no me atrevo a aconsejarles nada. Creo que nos orientan con su llamamiento al boicot y si continúan con iniciativas como esa puede ser muy productivo. Pero lo que es más importante es que prosigan con su trabajo por la reconciliación y unidad del campo palestino.

Noam Chomsky: La tarea diaria y urgente es centrarse en las terribles violaciones en curso de los más elementales derechos humanos y en los ilegales proyectos y desarrollo de asentamientos que EEUU respalda y que están planeados para socavar un acuerdo diplomático. Una tarea más general es intentar sentar las bases para una lucha exitosa por un acuerdo que tenga en cuenta las justas demandas de las partes en lucha, el tipo de trabajo organizativo y educativo persistente, dedicado y duro que ha proporcionado los fundamentos para otros avances hacia la paz y justicia. He indicado ya que pienso que eso supone, y que no es precisamente lo menos importante, la promoción de una democracia eficiente en la superpotencia reinante.

Traducido para Rebelión por Sinfo Fernández

 

Israel se enfrenta a un aislamiento internacional.

La canciller alemana, Angela Merkel, ha pedido al régimen israelí a que promueva la paz o que se enfrente a su aislamiento internacional, recién incrementada a causa de su política expansionista.

La titular alemana anunció dichas palabras el martes en el marco de la visita prevista del primer ministro del régimen israelí, Benyamin Netanyahu, al país germano, considerado como una estrategia diplomática para calmar las tensiones recién suscitadas.

Según algunos medios de comunicación occidental, Netanyahu está utilizando las reacciones y críticas internacionales e internas como una medida para beneficiar su campaña electoral, acusando a la oposición de hacer un frente común con la Resistencia Palestina.

Al parecer, Merkel tendrá una reunión con el primer ministro hebreo en la noche del miércoles, donde se espera que trate de advertir al alto cargo israelí sobre la peligrosa situación por el que pasa y le sugerirá que elija entre el establecimiento de un estado palestino o acepte sus riesgos, uno de ellos su aislamiento en el escenario global.

Aunque Alemania es considerada como la potencia europea más cercana al régimen de Tel Aviv, el pasado jueves se abstuvo en la votación sobre el estatus de Palestina y recientemente criticó las represalias del régimen israelí después de la victoria palestina en la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Netanyahu, llega hoy (miércoles) a Praga, capital de la República Checa donde agradece al país por votar en contra del reconocimiento de palestina en la ONU, tras lo cual viaja a Berlín, capital germana.

HispanTV

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Red Solidaria contra la Ocupación de Palestina

La NAKBA, el desastre, eso es lo que los corazones lamentan.
No hay nada que celebrar  contra PALESTINA NI NADA
que hacer con un Estado de Israel, tomado por la rama mas brutal, cuya
impiedad es manifiesta incluso a la hora de poner  sus propios intereses en juego.
De acuerdo, DOS ESTADOS, Dos pueblos, de acuerdo epro ni un dia mas
la cruenta humillacion a la que esta sometido el pueblo palestino, ni un dia
mas.
Pero Israel debe considerar volver a posiciones anteriores, devolver territorios,
desmantelar asentamientos, no levantar ni un poblado mas en territorio palestino,
poner fin a tanta crueldad estupida, a tanta estrategia imperial, de cuña criminal
clavada en el corazon de ORIENTE MEDIO, un poco de generosidad y de
piedad, de razonable consideracion de su propia realidad, y que no dude Israel
en que ello, una actitud francamente valiente que conlleve la posibilidad real
de que tanto el pueblo palestino y como los ciudadanos de Israel convivan de una
vez para siempre en paz digna y llena de respeto.
Que facil mis palabras, como suenan, hay tanta incredulidad de maldito acero entre
sus vocales que pensar en los sangrientos y miserables intereses que tejen y destejen
este puto mundo es inevitable, dolorosamente inevitable.
La verdad es que no hay donde poner los ojos para sentir un minimo de calma,
para cerrar los parpados sin miedo de encontrarnos al lado el mismo espanto
que nos arrea hacia la impotencia y la rabia.
Menos mal que nos queda la palabra, la palabra poetica, para aliviar el corazon
de tanto machetazo, de tanto mazazo, de tanta mezquina y miserable abundancia.

http://www.nodo50.org/causapalestina/IMG/pdf/NAKBA-Cronologia_2.pdf

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